En los últimos años, la política estadounidense ha estado marcada por los debates sobre la integridad de las elecciones y la polarización política. Pero desde que Donald Trump asumió la presidencia, el clima ha sido aún más tenso. Hoy, en medio de las discusiones y la incertidumbre acerca de los resultados de los comicios de noviembre de 2020, el exmandatario ya tiene la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2024 y está trabajando en su “venganza”.
Según un informe publicado en The New York Times, el equipo de Trump ya está preparando su estrategia para las próximas elecciones presidenciales del país. Su plan es unir a los republicanos detrás de su candidatura y desafiar al actual presidente, Joe Biden. Además, los aliados de Trump están trabajando para cambiar las reglas electorales en varios estados clave que le fueron adversos.
Pero incluso si Trump no se postula en 2024, su influencia en el partido republicano sigue siendo fuerte. Muchos de sus seguidores lo ven como un líder legítimo, y los republicanos están hablando de continuar su legado, lo que podría tener consecuencias significativas en la política estadounidense.
El informe señala que Trump también está utilizando su organización sin fines de lucro, Save America, para recaudar fondos y apoyar a los republicanos en las elecciones intermedias de 2022. Su objetivo es asegurarse de que los republicanos recuperen el control del Senado y la Cámara de Representantes, lo que le daría una gran influencia en la política estadounidense.
Si bien es cierto que Trump tiene muchos seguidores y que estos podrían influir en las elecciones de 2024, es importante recordar que él perdió las elecciones presidenciales anteriores. Los resultados de las elecciones de 2020 fueron verificados y certificados por una variedad de agencias y tribunales, y no se encontró evidencia de un fraude generalizado.
En conclusión, Trump está trabajando en su venganza política, con la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2024. Su estrategia incluye unir a los republicanos detrás de él, cambiar las reglas electorales de algunos estados y asegurarse de que los republicanos ganen las elecciones intermedias de 2022. Aunque Trump sigue siendo influyente en el partido republicano, es importante recordar que perdió las elecciones de 2020 y que no se encontró evidencia de un fraude generalizado.
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