En la península de Yucatán, en México, se encuentra Chichén Itzá, una antigua ciudad maya que ha atraído la atención de turistas y arqueólogos de todo el mundo. Pero lo que muchos no saben es que debajo de la pirámide de Kukulkán, una de las estructuras más icónicas de la ciudad, se encuentra un cenote.
Se cree que los mayas construyeron la pirámide de Kukulkán sobre el cenote para simbolizar la conexión entre el mundo terrenal y el mundo espiritual. Los cenotes eran considerados por los antiguos mayas como lugares sagrados y místicos, y se utilizaban para ceremonias religiosas y rituales de sacrificio.
Además, se cree que el cenote debajo de la pirámide era una importante fuente de agua para la ciudad, ya que el agua de los cenotes era considerada por los mayas como pura y sagrada. La construcción de la pirámide sobre el cenote no solo tenía un propósito religioso, sino también práctico.
La pirámide de Kukulkán, también conocida como El Castillo, fue construida en el siglo XII y es uno de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura maya. Con cuatro caras y 91 escalones en cada una, además de uno en la cima que da un total de 365, se cree que representa el calendario maya y la observación del sol y la luna.
Chichén Itzá fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 y es un importante destino turístico en México. La ciudad ofrece no solo la pirámide de Kukulkán y el cenote debajo de ella, sino también otros sitios arqueológicos fascinantes y vestigios de la cultura maya. Una visita a Chichén Itzá no solo es una oportunidad para admirar la belleza y la complejidad de las ruinas mayas, sino también para aprender sobre su cultura y su legado.
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