Unión de poderes pues se han reunido este martes en Moscú en busca de apoyo mutuo los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Rusia, Vladímir Putin, . El mandatario cubano siente admiración ante el ruso, la anexión de varias provincias de Ucrania al mismo tiempo que ha acusado a Estados Unidos de provocar la guerra por aceptar más países dentro de la OTAN. Además, La Habana se ha comprometido con el Kremlin a devolverle la deuda que Moscú le aplazó hasta 2027 justo antes de comenzar su ofensiva.
“Denunciamos las sanciones contra Rusia y las fuentes del conflicto actual, para que no haya equivocaciones, para que no responsabilicen a Rusia”, ha resaltado el presidente cubano al inicio de su encuentro con Putin. Díaz-Canel acusó primero a Washington de ampliar la Alianza Atlántica “de forma inadmisible” hacia la frontera rusa, y alabó “el análisis tan riguroso desde el punto de vista histórico” con el que Putin justificó la ofensiva y la anexión del territorio de un país soberano como Ucrania, reconocido como tal por la propia Rusia tras la caída de la URSS. “El mundo tiene que despertar, ¿Quién impone las reglas? ¿Quién crea las reglas que ellos mismos violaron?”, ha dicho el político caribeño citando al propio Putin, al que ha señalado como el líder que dirige el planeta a “un nuevo mundo multipolar”.
Díaz-Canel acusó directamente a Washington de la invasión rusa de Ucrania. “Para nosotros, esta visita tiene una honda significación. La hacemos en un momento en que ambas naciones están sometidas a sanciones injustas y proceden del mismo enemigo, el imperio yanqui que ha manipulado a una parte importante del mundo”, dijo el mandatario cubano antes de subrayar su “compromiso con la Federación de Rusia en este conflicto [la guerra contra Ucrania]”.
Aunque la isla caribeña es aliada de Rusia, se encuentra en una situación comprometida por haber mantenido buenas relaciones con Ucrania y por la incoherencia de su supuesta lucha “antiimperialista” mientras el Kremlin se anexiona otros territorios. Ello se ha visto en su errática posición sobre la guerra en la Asamblea General de la ONU. El pasado 2 de marzo, se abstuvo en la votación de la resolución que exigía a Moscú el cese inmediato de las hostilidades, y La Habana también se mantuvo al margen en octubre, cuando Naciones Unidas condenó la anexión rusa de territorios ucranios. El representante del país caribeño aprovechó su intervención para denunciar entonces la “suprema hipocresía” de occidente y mostró su tibieza ante el expansionismo ruso: “Es nuestra responsabilidad reducir las tensiones, no elevarlas”.
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