Carlos III de Inglaterra solicitó formalmente este lunes 14 de noviembre se cambie la ley para poder añadir a sus hermanos, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, a la lista de los miembros de la monarquía que pueden sustituirle en actos públicos cuando él está ocupado o indispuesto.
Existen dos grandes problemas, lo cuales son que el príncipe Andrés fue condenado al ostracismo en 2019 por su amistad con el depredador sexual Jeffrey Epstein y las acusaciones de abuso sexual a una menor, una demanda que zanjó tras pagar a Virginia Giuffre una suma millonaria. Por ello, le han sido retirados muchos de sus títulos y de sus obligaciones reales. Por su parte, el príncipe Enrique renunció hace dos años a sus obligaciones reales y a su papel oficial en la familia para poder trasladarse a Estados Unidos e iniciar allí distintos negocios junto a su esposa, Meghan Markle. Lo hizo acusando a los Windsor de racismo y la relación que mantiene desde entonces con su hermano y su padre es, cuanto menos, distante.
Los consejeros pueden ejercer labores como la apertura de las sesiones parlamentarias, asistir a las reuniones del consejo privado, firmar documentos rutinarios y recibir credenciales de embajadores, pero no pueden, por ejemplo, investir a primeros ministros.
La reina Isabel II designo a su hijo Carlos III para que ejerciera un cargo responsable sobre su reinado, pero su hijo no ha querido esperar más tiempo y solo dos meses después de ser proclamado rey —será coronado el próximo 6 de mayo— ha resuelto este asunto. Lo ha hecho presionado por el Parlamento británico, donde preocupaba la incongruencia de que en un momento dado los príncipes Enrique o Andrés pudieran representar de alguna forma al país. El tema se discutió en la Cámara de los Lores hace apenas un mes, forzando al palacio de Buckingham a tomar cartas en el asunto, según explica el diario The Times.
“Para garantizar la continua eficiencia de los asuntos públicos cuando no estoy disponible, como cuando estoy desempeñando funciones oficiales en el extranjero, confirmo que me satisfaría, si el Parlamento lo considera conveniente, que el número de personas que pueden ser llamadas a actuar como Consejeros de Estado según los términos de las leyes de Regencia de 1937 a 1953 incluya a mi hermana y a mi hermano, la Princesa Real y el Conde de Wessex y Forfar, quienes ya anteriormente asumieron este papel”. El Parlamento debería aprobar la legislación antes de final de año, de cara a que haya un nutrido ramillete de suplentes cuando Carlos III y Camila emprendan giras por el extranjero en 2023, lo que podría coincidir en el tiempo con otros viajes de los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.