El capeado es una técnica culinaria fundamental que transforma unos simples chiles rellenos en un platillo crujiente por fuera y suave por dentro. Este proceso involucra recubrir los chiles con una mezcla de huevo y harina, que al freír se convierte en una deliciosa capa dorada. Para lograr este resultado perfecto, es importante seguir una serie de pasos meticulosos.
Primero, se deben preparar los chiles poblanos. El método recomendado es asarlos en un comal o directamente sobre el fuego hasta que la piel esté completamente tatemada. Este proceso no solo mejora el sabor, sino que facilita la remoción de la piel. Una vez asados, es aconsejable dejarlos sudar en una bolsa de plástico cubierta con un trapo durante 10 minutos. Esto ayuda a que la piel se desprenda más fácilmente. Después, se retira la piel con una cuchara y se enjuagan los chiles en agua fría para eliminar cualquier residuo. Finalmente, se efectúa un corte lateral para quitar las venas y semillas, convirtiendo los chiles en la base ideal para el relleno.
Una vez listos, es el momento de rellenarlos. Puedes optar por queso Oaxaca, picadillo o cualquier guiso a tu elección. Si es necesario, se pueden cerrar utilizando palillos para mantener el relleno en su lugar.
Para el capeado, se baten las claras de huevo (una por cada chile) hasta que formen picos suaves. Luego, se añaden las yemas, una cucharadita de sal y dos cucharadas de harina, continuando a batir hasta que todo esté bien integrado. Antes de sumergir los chiles en esta mezcla, se sugiere enharinarlos ligeramente, lo cual ayudará a que el capeado se adhiera mejor.
Cuando todo esté listo, se calienta aceite de maíz en una sartén profunda. Cada chile se sumerge en la mezcla de huevo y se fríe hasta que esté dorado en ambos lados. Para finalizar, se escurren sobre papel absorbente y se sirven calientes, acompañados de una deliciosa salsa de tomate, crema o queso rallado, resaltando aún más sus sabores.
No olvides que, siguiendo estos pasos, puedes disfrutar de un platillo que no solo es visualmente atractivo, sino que también es un deleite para el paladar. ¡Inténtalo y descubre una nueva manera de disfrutar de los chiles rellenos!
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