#Box | Erik “Terrible” Morales no quiere ver reflejada en un espejo la imagen de un boxeador atrapado en el pasado. Le desagrada la idea de parecerse a esos antiguos luchadores con narices aplanadas y manos maltratadas, que se aferran a una época que ya no existe, excepto en la memoria cada vez más borrosa de sus contemporáneos. Morales piensa que esto es triste y no le gusta la nostalgia.
Quiere vivir en el momento presente y concentrarse en las muchas cosas que hay por hacer. Él cree que es poco atractivo ver a los boxeadores atrapados en su pasado y sin una vida en el presente, y no quiere terminar como ellos. Morales, quien nació en Tijuana en 1976 y se convirtió en campeón mundial en cuatro divisiones de peso diferentes, dice que no quiere que su cabeza esté atrapada en el pasado.
Debido a esto, el “Terrible” Morales tenía sus dudas acerca de unirse a la tendencia de los boxeadores retirados que volvieron al ring para sostener combates de exhibición, que a menudo involucraban peleas entre oponentes que nunca coincidieron en tiempo o espacio.
A pesar de que estas combinaciones eran muy atractivas para los aficionados nostálgicos, Morales no estaba seguro de si era lo correcto para él.
Sin embargo, ahora ha decidido subirse al ring el 20 de mayo en Tijuana para una pelea de exhibición contra Julio César Chávez. Chávez había regresado al boxeo por unos tres años, luchando en este tipo de combates, antes de retirarse por segunda vez.