El verdadero Jordan Belfort, aka Wolf of Wall Street, fue tan problemático como el personaje de la película de Martin Scorsese. Como se muestra en la película, cayó en desgracia después de ser acusado de fraude y lavado de dinero, cosa que lo llevó a pasar 22 meses en prisión, pero si historia no terminó ahí y en realidad es una de reivindicación y segundas oportunidades.
En un momento, Jordan Belfort llegó a ganar 22 millones de dólares en un solo días (supuestamente le tomó sólo 10 segundos, aunque no se compara con los 13 mil millones de Jeff Bezos), esto gracias a un plan detallado que realizó junto con su equipo (el mismo Belfort lo reveló en TikTok), y gastaba hasta 2 millones de dólares en fiestas, pero eso no duró para siempre. Sus métodos no eran exactamente legales y no pasó mucho tiempo antes de que el FBI lo tuviera en la mira.
Sus negocios llevaron a Jordan a ser llamado Wolf of Wall Street, pero también a convertirse en un criminal y, eventualmente, a cambiar su vida, convertirse en un orador motivacional y a encontrar una mejor forma de ser exitoso y ganar dinero.
Belfort lo perdió todo, su dinero, su familia y sus negocios, pero él decidió tomar eso como una oportunidad para aprender de sus errores y crecer, y durante su estancia en prisión descubrió la clave para recuperarse y volver a la cima, aunque no de la misma forma.
El secreto de Jordan Belfort está formado por 3 elementos: crear una visión, establecer una estrategia y trabajar duro.
“Tienes que tener una estrategia o un plan que te permita lograr tu visión”, dijo, ya que de lo contrario puedes perder un paso importante.
Belfort puso su propio ejemplo. En una ocasión contó que, cuando era niño, comenzó a vender helados en una hielera después de escuchar que las personas se quejaban por tener que caminar a la tienda. El primer día le fue muy bien y vendió todo, así que eventualmente compró más hieleras y reclutó a sus amigos para vender más.
Pronto se dio cuenta de que solo uno de sus amigos lograba ganar más de 100 dólares vendiendo, y la diferencia era que el resto dejaba de vender después de terminar la primera hielera, mientras que el otro iba por más y seguía hasta que se fuera la última persona de la playa.
Eso es tener una estrategia y es lo que hace la diferencia cuando se trata de ser exitoso. La estrategia es lo que te va a dar las herramientas y elementos básicos para ejecutar tu visión, para ganarle a la competencia y para seguir creciendo. No tener una estrategia solo significa que vas a perder buenas oportunidades.