En el marco de una conferencia de prensa esta semana, el presidente turco Erdogan arremetió contra los medios de comunicación que consideró que estaban defendiendo a terroristas al preguntar sobre el incumplimiento de varias sentencias del Tribunal de Estrasburgo. Este organismo, especializado en derechos humanos, ha emitido varias decisiones que cuestionan la política represiva del gobierno turco, en particular la detención de periodistas e intelectuales.
El mandatario turco respondió a las preguntas de la prensa atacando a aquellos que, según él, estaban “trabajando para los terroristas” y “siendo la voz de los enemigos del estado”. Erdogan es conocido por su intolerancia hacia la crítica y su desprecio por la libertad de expresión. En este sentido, es importante tener en cuenta que un gran número de periodistas y activistas han sido detenidos o encarcelados en Turquía en los últimos años, y algunos de ellos han sido sometidos a juicios injustos.
Este episodio es una muestra más de la tensión que existe en Turquía entre el gobierno de Erdogan y la prensa independiente y crítica. La situación de los derechos humanos y la libertad de expresión en el país es preocupante y merece la atención y la denuncia de la comunidad internacional. La labor de los medios de comunicación es fundamental para señalar los abusos y las injusticias, y es por eso que resulta alarmante que un líder político descalifique y amenace a la prensa por hacer su trabajo. La protección de la libertad de prensa es un derecho esencial en cualquier sistema democrático, y es responsabilidad de todos defenderla.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.