“No podemos entrar porque pueden caerse. Como mi casa se cuarteó hay miedo y temor de que se vaya a caer. Yo tengo otra casa a la que nos vamos a ir”, relató Héctor Aranda.
“No podemos ingresar ahorita las familias a las casas, que saquen lo que puedan sacar: ropa, papeles, lo que se pueda porque va a durar tiempo así. En lo que quitan el tren, es feo lo que nos está pasando”, señaló Erika Guitérrez.
El presidente municipal interino de Tala, José Luis López Cervantes, informó que el número de casas afectadas por el descarrilamiento podría aumentar una vez que se haga una revisión estructural a las fincas aledañas a las dos que quedaron completamente colapsadas.
“Las casas afectadas son dos como pérdida total. Después de retirar los vagones pudieran surgir hasta seis más. Lo que nos indica la gente de Ferromex es que van a tardar de dos a tres días en retirar los vagones. Después de que se retiren los vagones van hacer las revisiones pertinentes de servicios públicos”.
A la gente afectada dijo que se les brindarán víveres necesarios, además de que se habilitará un albergue en la cabecera municipal, así como en la parroquia de la población para quienes deseen pasar la noche, aunque algunos se trasladarán con familiares cercanos.