Este jueves, las autoridades de Filipinas mantienen los trabajos para evaluar los daños causados por el terremoto de magnitud 7.1 que golpeó al país, por lo que continúan las alertas a la población sobre posibles réplicas.
Al menos cinco personas perdieron sus vidas por el fuerte sismo que sacudió en la mañana del miércoles el norte de la isla de Luzón, la más poblada de Filipinas y donde se encuentra la capital, y que dejó además al menos otras 131 personas heridas y más de 20.000 afectadas.
La Defensa Civil activó la alerta roja en Luzón para proteger a la población de las continuas réplicas del sismo que están dando en las provincias más afectadas y así “extender las asistencia en todas las regiones que lo necesitan”, explicó en una rueda de prensa el portavoz director de operaciones de Defensa Civil, Bernardo Alejandro.
Hasta el momento se registraron por lo menos 798 réplicas, con magnitudes de entre 1,5 y 5,4, según informó el Consejo Nacional para la gestión y reducción de daños de desastres naturales, por lo que las autoridades han emitido alertas a la población sobre el riesgo de nuevos temblores, aunque descartaron la posibilidad de tsunamis.
La mañana de este jueves, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., visitó la provincia de Abra, el epicentro del terremoto y por tanto la zona más afectada, para evaluar la extensión de los daños.
“Estoy de acuerdo con lo que solemos hacer, trabajar junto con el gobierno local para que podamos asegurarnos de que aquellos que necesitan ayuda reciban asistencia”, aseguró el mandatario en una rueda de prensa.
El poderoso terremoto provocó estragos en casi una treintena de ciudades, así como en 868 viviendas, 61 escuelas y diversas instalaciones de infraestructura.
La sacudida, registrada a las 8:43 hora local (00:43 GMT) del miércoles, también fue sentida en la capital y obligó la suspensión de clases en ciudades como Baguio, Laoag y Vigan, entre otras urbes en el norte de la isla de Luzón.
El sismo produjo además una serie de “grandes olas” por los temblores en el mar y causó daños a varios edificios históricos, de diversas localidades de la región.
Filipinas se asienta sobre el llamado ‘Anillo de Fuego del Pacífico’, una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del mundo, y que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
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