El secuestro fue uno de los delitos más crueles cometidos por la extinta guerrilla de las FARC durante el conflicto armado colombiano. En algunos casos hubo liberaciones o rescates militares tras años de cautiverio; pero en muchos otros, esas personas nunca regresaron a sus casas y se perdió su rastro por completo. La desaparición a manos de la guerrilla es una herida aún abierta para cientos de familias.
Tras el acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno, los exguerrilleros tienen la obligación de entregar información que contribuya a esclarecer esas desapariciones y, aunque es un proceso largo, se acaba de dar un primer paso. Los excomandantes de la extinta guerrilla, hoy convertida en partido político, entregaron a la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) información de 55 casos.
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“Es un hito porque una de las partes combatientes está honrando el compromiso entregando información muy precisa, que tendremos que ampliar, pero que contribuye a la búsqueda de al menos 192 personas desaparecidas durante el conflicto armado”, ha dicho Luz Marina Monzón, directora de la UBPD.
El Sistema Integral de Verdad, Justicia y Reparación que se crea en el proceso de paz es un triángulo que incluye la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Unidad para la Búsqueda de los Desaparecidos y la Comisión de la Verdad. En la JEP o el tribunal de paz avanza el caso 001 en el cual les imputaron a los antiguos miembros del secretariado de las FARC varios crímenes de guerra y de lesa humanidad relacionados con la práctica del secuestro. La entrega de información es parte de su obligación de aportar a la verdad. En este caso concreto, la UPBD ha identificado 192 desaparecidos, de los cuales 81 son integrantes de la fuerza pública y 111, civiles.
Los datos entregados por la antigua guerrilla son un punto de partida. Se trata de información sobre el contexto en que hicieron los secuestros, las circunstancias de la muerte y la desaparición de las víctimas, así como explicaciones sobre la estructura de la guerrilla o los frentes a los que se atribuyen los hechos, las zonas de operación y los mandos en esas regiones. Con ella, explica Monzón, la Unidad para las Búsqueda podrá determinar las hipótesis de localización de esas 192 personas, saber qué fue lo que pasó y dar más información a los familiares.