La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha negado el amparo a Aristóteles Núñez, quien fuera el exjefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de México y que había sido acusado de enriquecimiento ilícito. Con esta decisión, se ratifica la orden de aprensión en su contra, emitida por la Fiscalía General de la República (FGR) en enero de este año.
El señalamiento en contra de Núñez dio lugar a una investigación de la Secretaría de la Función Pública (SFP), que concluyó que hubo irregularidades en su declaración patrimonial de 2015. Según la resolución de la SFP, Núñez no pudo justificar el origen de diversos bienes inmuebles, alhajas, vehículos y obras de arte que había declarado como de su propiedad.
Este caso de corrupción en una entidad gubernamental de alto nivel es de suma preocupación para la ciudadanía mexicana. Es importante que los funcionarios que ostentan cargos públicos rindan cuentas claras sobre sus ingresos y propiedades, para evitar sospechas de enriquecimiento ilícito y corrupción. Por ello, la decisión de la SCJN es un paso en la dirección correcta, para que no queden impunes los actos de corrupción en las instituciones.
Es necesario que el Estado y los ciudadanos se mantengan alerta para detectar casos de corrupción en los que se vulneren los derechos de la población, debido a la gravedad de las consecuencias que puede generar. La corrupción erosiona la credibilidad de las instituciones, fomenta la desigualdad al favorecer a grupos privilegiados y desampara las necesidades de los sectores más vulnerables.
En conclusión, la ratificación de la orden de aprensión contra Aristóteles Núñez es un precedente importante en la lucha contra la corrupción en México. Este caso debe ser un llamado a la reflexión y a la acción de todos los ciudadanos, para combatir la corrupción y garantizar la transparencia y la honestidad en el manejo de los recursos públicos.
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