Sin embargo, lejos de mejorar, la crisis en Ferrari es cada vez más profunda. En las últimas semanas se han producido más dimisiones de miembros clave del equipo como Jonathan Giacobazzi, Gino Rosato, Iñaki Rueda y David Sánchez y en las próximas semanas podría producirse la salida de Laurent Mekies, director de carrera, que ha mostrado su descontento con ciertas decisiones.
Además, después de lo ocurrido en el GP de Bahréin, en el que Charles Leclerc se vio obligado a abandonar por un problema en la centralita electrónica de control de la unidad de potencia, el piloto monegasco se reunió con el presidente de la corporación para tratar de solucionar todo lo antes posible y volver a ser un equipo competitivo.
Y es que la mala suerte de Charles Leclerc y Ferrari no acabó en Bahréin. El de Montecarlo será sancionado en el GP de Arabia Saudita al tener que montar una nueva centralita electrónica de control de la unidad de potencia.
En Sakhir utilizó las dos que están permitidas por el reglamento, por lo que para instalar una tercera tendrá que ser penalizado con 10 posiciones en la parrilla de salida de Jeddah.
“Hubo dos problemas, uno el domingo por la mañana cuando hicimos el encendido y otro en la carrera. Por desgracia, fueron dos veces la unidad electrónica de control y es algo que nunca habíamos experimentado en el pasado”, explicó Fred Vasseur en Motorsport tras lo sucedido en la primera carrera del año.
“Espero que ahora lo tengamos bajo control. Hicimos un análisis profundo sobre esto. Pero, por desgracia, tendremos que asumir la penalización en Jeddah porque sólo disponemos de una reserva de dos centralitas electrónicas de control para la temporada”, concluye el jefe de Ferrari.
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