El arraigo es una medida dictada por el juez, a petición de una de las partes, que se otorga cuando hay temor a que el acusado se dé a la fuga.
Palma, antiguo líder del Cártel de Sinaloa junto con Joaquín El Chapo Guzmán, había quedado en libertad tras la orden de un juez a principios de mayo pasado.
Por este motivo, el capo fue recapturado, justo cuando se disponía a abandonar el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, “en virtud de una sentencia absolutoria dictada por una autoridad judicial”.
Sus abogados han apelado a la buena voluntad del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien han pedido que “en nombre de la sociedad, en nombre de la familia, en nombre de Dios, no crucifique a Jesús Héctor Palma Salazar”.
No obstante, el 3 de mayo, López Obrador criticó la liberación de Palma, la cual se dictaminó el sábado 1 de mayo pues, dijo, no “es lo más adecuado, no se puede emitir una orden para liberar a un recluso acusado de delincuencia organizada un sábado en la madrugada”, señaló.