En un extraordinario giro de eventos, un alto funcionario de la Administración del Seguro Social ha asumido el papel de denunciante, revelando que miembros de la administración Trump en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) han cargado cientos de millones de registros de la Seguridad Social en un servidor en la nube vulnerable. Este acto pone en grave riesgo la información personal de casi todos los estadounidenses.
Según Charles Borges, el director de datos de la Administración del Seguro Social, en una reciente denuncia publicada, altos funcionarios de la agencia aprobaron en junio la decisión de transferir “una copia activa de la información de la Seguridad Social del país a un entorno en la nube que elude la supervisión”, a pesar de las preocupaciones que él había expresado.
Los datos almacenados en el sistema de identificación numérica suman más de 450 millones de registros, que incluyen información sensible de los solicitantes de Seguro Social como nombres, lugar de nacimiento, ciudadanía, números de Seguro Social de familiares y otros datos financieros y personales delicados.
El informe de Borges afirma que el equipo de DOGE, compuesto principalmente por ex-empleados de Elon Musk, trasladó esta base de datos a un servidor en la nube alojado por Amazon que, según se indica, carece de controles de seguridad independientes. Esto incluye la falta de rastreo sobre quién accedía a la información y cómo se usaba. La denuncia menciona que esta falta de protecciones de seguridad contraviene las normas internas de la agencia y las leyes federales de privacidad.
Borges advierte que, al permitir que DOGE administrara la nube de la agencia, se crea el riesgo de que servicios accesibles al público sean habilitados, lo que podría conducir a la exposición pública de información personal extremadamente sensible de todos los ciudadanos. Este escenario inquietante incluye la posibilidad de que datos como diagnósticos de salud, niveles de ingresos y detalles bancarios sean compartidos indiscriminadamente.
El impacto potencial de un acceso no autorizado a estas bases de datos es descrito como “catastrófico” para el programa de Seguridad Social de EE.UU., teorizando que podría requerirse la reemisión de números de Seguro Social a la población en caso de que la información sea comprometida.
A pesar de una orden de restricción federal en marzo que bloqueaba inicialmente el acceso de DOGE a la base de datos, la Corte Suprema levantó esta medida el 6 de junio, permitiendo el acceso de DOGE a los registros. Posteriormente, se afirma que DOGE buscó obtener aprobación interna de la alta dirección de la agencia para proceder.
Aram Moghaddassi, el director de información de la agencia, aprobó este movimiento, argumentando que la necesidad comercial supera el riesgo de seguridad y que acepta “todos los riesgos” asociados al proyecto. Asimismo, otro operante clave de DOGE, Michael Russo, quien ocupó el cargo de director de información antes que Moghaddassi, también dio su respaldo a la transferencia de datos en vivo a la nube.
Borges, tras llamar la atención sobre estos serios problemas de seguridad de manera interna, se ha visto compelido a alertar al Congreso para que actúe con urgencia en la supervisión de esta situación. Este hecho subraya las acusaciones continuas sobre la negligencia en las prácticas de ciberseguridad por parte de la administración y sus representantes desde el inicio del mandato de Trump.
Ante la presión mediática, un portavoz de la Casa Blanca eludió comentar sobre la denuncia, remitiendo consultas a la Administración del Seguro Social. En respuesta, un representante de la agencia defendió el almacenamiento de datos en “entornos seguros” y con “sólidos salvaguardas”. Aseguró que el sistema mencionado está protegido de accesos no autorizados y que no se tiene conocimiento de ningún compromiso de seguridad en este entorno.
Es relevante señalar que, aunque las infracciones de datos federales en la nube son raras, no son un fenómeno aislado. En el 2023, se informó de un incidente en el que el Departamento de Defensa expuso públicamente miles de correos electrónicos militares sensibles debido a errores de configuración.
Este preocupante relato sirve como un recordatorio crítico de las vulnerabilidades que existen en el manejo de datos sensibles y la necesidad de salvaguardias estrictas en la era digital. La información expuesta refleja un inquietante futuro donde la seguridad cibernética de la información personal de los ciudadanos podría estar en juego.
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