La política francesa se ha convertido en una serie de televisión, y no estamos hablando de un drama político como House of Cards o Scandal. Hoy en día, las decisiones políticas se están tomando al estilo Netflix. Con las elecciones presidenciales francesas a la vuelta de la esquina, los candidatos están buscando formas de conectarse con los votantes, y la vida detrás de las cámaras es una opción atractiva.
El mundo político ha observado como las redes sociales han redefinido la forma en que los políticos se comunican con su público, pero ahora la tecnología ha avanzado más allá de eso. Un sector de la industria del entretenimiento vio el nicho que supone el mundo de la política y decidió invertir en esta nueva forma de comunicación política.
Encuentra al candidato perfecto para ti, apúntate a su causa y síguelo como si de una trama de televisión se tratara. En estas series de política, cada candidato tiene su capítulo separado, todos con una trama distinta. A diferencia de una transmisión televisiva en vivo, que puede ser tediosa y larga, estas series han sido editadas para que las partes importantes sean las únicas que vean los telespectadores.
Los políticos están empezando a adoptar esta técnica porque quieren estar en contacto más cercano con los votantes e informarles sobre ciertos temas que de otra manera no podrían. El objetivo es presentar sus ideas y políticas en un formato que no sea aburrido, así como encajar en la cultura pop actual y retener la atención del público.
Sin embargo, hay un problema con esta nueva forma de hacer política. Está generado debate sobre la soberanía de la política y los políticos. ¿Estos programas están reemplazando la política real por una versión del tipo reality que tiene menos apariencia de la complejidad real de las responsabilidades políticas? Los programas no permiten ver todas las acciones, solo lo que sus editores deciden que es importante.
Uno de los principales argumentos en contra es la pérdida de la privacidad, los candidatos no tienen derecho a una vida privada, según los estándares de la televisión. En su lugar, los políticos son juzgados por la audiencia por lo que hacen cuando no están en el escenario.
En conclusión, la política en Francia está adoptando una nueva forma de comunicación mediante la creación de series de televisión. Estos programas ofrecen una manera interesante y novedosa de conocer mejor a los candidatos, sin embargo, se deben tener en cuenta las posibles desventajas como la pérdida de privacidad y la posibilidad de que el contenido se haya editado considerando la opinión pública. Es importante seguir de cerca el desarrollo de esta nueva forma de política para evaluar sus ventajas y desventajas antes de adoptar este modelo a nivel global.
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