En la lucha por un medio ambiente más saludable y sostenible, resultan vitales las decisiones que se toman para la transición ecológica. Sin embargo, esta transición se encuentra en riesgo en España debido a la no aprobación del derribo de la Presa de Valdecaballeros. Se trata de un gran revés para el camino hacia la descarbonización y la protección del medio ambiente y la biodiversidad.
La Presa de Valdecaballeros, situada en la provincia de Badajoz, es una infraestructura hidráulica que ha sido declarada ilegal, a pesar de lo cual no se le han dado las órdenes necesarias para su demolición. Esto constituye una violación de las políticas estatales, que indican que la protección de los ecosistemas y de la salud de las personas es prioritaria. La no demolición de la presa implicará la degradación del río Guadiana y la consecuente pérdida de fauna y flora autóctona.
El problema de la no demolición de la Presa de Valdecaballeros es todavía más preocupante si se tiene en cuenta que España se ha comprometido a cumplir con los objetivos de la Unión Europea en relación a la descarbonización y la protección del medio ambiente. Este compromiso incluye la eliminación de la energía basada en combustibles fósiles y el desarrollo de fuentes de energía renovable. Sin embargo, la no demolición de una presa ilegal implica un retraso en el proceso de transición ecológica.
En definitiva, la no aprobación del derribo de la Presa de Valdecaballeros supone un golpe a la transición ecológica en España y a los objetivos de la Unión Europea. La protección del medio ambiente y la biodiversidad es esencial para garantizar un futuro sostenible y saludable para todos. Por tanto, es imprescindible que se cumplan las políticas y los compromisos adquiridos, en beneficio de la sociedad y del planeta.
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