Cuatro de cada diez trabajadores temen que su trabajo desaparecerá en la próxima década debido al auge de la inteligencia artificial. Esto surge de una encuesta realizada recientemente. El miedo a la tecnología y a la automatización del lugar de trabajo es algo que se ha discutido desde hace tiempo, pero esta encuesta proporciona una visión alarmante de la preocupación que tienen los trabajadores acerca de su futuro laboral.
La inteligencia artificial ya se utiliza en muchas industrias en todo el mundo, lo que significa que el tiempo en el que las empresas dependerán únicamente de los humanos para realizar tareas cotidianas está llegando a su fin. Algunos trabajadores han encontrado formas de trabajar junto con la IA, mientras que otros se enfrentan a una carrera constante para mantenerse actualizados con sus conocimientos de tecnología, en un intento por no quedar obsoletos.
Los trabajadores encuestados dijeron que creen que los empleos más afectados por la tecnología se encuentran en la industria manufacturera y la construcción, seguidos de cerca por el sector de servicios.
Si bien la automatización y la IA pueden mejorar la eficiencia de una empresa y reducir los costos laborales, también plantean problemas éticos y económicos. Los trabajadores que se quedan atrás pueden no ser capaces de encontrar trabajos en los que puedan utilizar sus habilidades o experiencia previa. Además, la creciente brecha entre los salarios de los trabajadores y los gerentes implica un cambio en la estructura del trabajo, lo que puede aumentar la desigualdad.
En resumen, la industrialización y automatización de la sociedad ha sido un tema de preocupación durante años. Los trabajos en la industria manufacturera, la construcción y el sector de servicios son los más vulnerables. La inteligencia artificial puede ayudar a mejorar la eficiencia de las empresas, pero también plantea desafíos en términos de ética y economía. Como trabajadores, debemos considerar nuestra habilidad para mantenernos actualizados con la tecnología del futuro, y a las empresas se les debe pedir que inviertan en programas de capacitación para asegurar que todos puedan prosperar en la era digitalizada.
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