Juan Toscano (Oakland, California, 28 años) ha dejado de ser el becario en los Warriors. El mexicano-estadounidense ha firmado este jueves un contrato fijo en la NBA. El trajín de Toscano ha sido complicado para alcanzar los niveles de élite del baloncesto. Tras jugar a nivel universitario, su talento, escondido por ese entonces, no levantó las alertas de los reclutadores. Seis años luego comparte vestuario con el especialista de triples, Stephen Curry.
El mexicano, tras casi dos años en los Warriors, ya se siente en casa con un promedio de 5,5 puntos, 4,3 rebotes. En la temporada actual ha iniciado en 15 partidos. “Él merece cada centavo”, escribió su compañero Damion Lee en Twitter. “Juan ha saltado por todo el mundo jugando baloncesto. Nuestros fanáticos lo aman, lo amamos como cuerpo técnico. El tipo juega con gran energía, es inteligente y es difícil de superar”, dijo Steve Kerr, entrenador de los Warriors, sobre el ya apodado Juan T.
Toscano, con triple nacionalidad, pudo desenvolverse en el baloncesto infantil en Oakland. La mayor coincidencia de su vida fue cuando se enteró de que una de sus maestras era esposa de Al Attles, uno de los históricos de los Warriors. El pequeño Toscano acudió a uno de los campamentos de baloncesto. De ahí nada le detuvo hasta llegar a representar a la Universidad de Marquette Milwaukee, en Wisconsin en 2011. Durante cuatro años disputó 121 partidos con un promedio de 8,3 puntos. Pese a eso, no encontró lugar.
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México entró en la vida de Toscano para salvarle. El estratega de la selección mexicana de baloncesto, el español Sergio Valdeolmillos, le reclutó. Era la gran oportunidad para que Juan Toscano Anderson pudiera brillar. De ahí recibió su primer contrato como jugador profesional con los Soles de Mexicali, un equipo de la Liga mexicana. Su verdadero romance fue cuando Fuerza Regia le contrató y donde pudo ser campeón en dos ocasiones (2016-17 y 2018-19).
Y, sin embargo, Toscano no se sentía tan satisfecho. Quería estar en la NBA. Es por eso que en 2019 decidió probarse en el equipo filial de los Warriors, el Santa Cruz. Tras una serie de desaires, el mexicano insistió en ganarse un lugar pese a no ser llamado al primer equipo de inmediato. La paciencia fue clave. El 2020 fue el momento de Toscano. El entrenador Steve Kerr le hizo debutar en un partido contra los Lakers de LeBron James. El mejor marco posible para un debutante tardío de 26 años. Tras ese gran suceso caldo la pandemia de la covid-19. La emergencia sanitaria terminó la campaña de Golden State y para diciembre el equipo empezó con los cortaduras de personal. Uno de ellos fue Toscano.
El jugador, curtido en las malas noticias, recibió una llamada de las oficinas de los Warriors. Se habían arrepentido. Le ofrecieron un contrato llamado dos días (two ways) en el que pertenecía y podía jugar en la filial y en el primer equipo. El tejadillo mexicano no desperdició la oportunidad hasta que a casi la centro del 2021 logró firmar su contrato definitivo y de forma multianual. “Ha mejorado su habilidad ahora como pasador y lanzador”, dijo Kerr. En el Chase Center, casa de los Warriors, nadie festeja más los triples de sus compañeros que Juan Toscano, el chico que se rehúsa a dejar su sitio en la NBA.
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