Los europeos han consumido algas como alimento desde hace 8000 años, según un artículo científico reciente. Este estudio revela que el consumo de algas, que anteriormente se creía que había comenzado en Asia, en realidad se remonta mucho más atrás en la historia.
El estudio en cuestión examinó restos arqueológicos en sitios de toda Europa, incluyendo España, Gran Bretaña, Suecia y Dinamarca. Mediante análisis químicos y de isotopos, los investigadores descubrieron rastros de algas en los restos alimenticios, demostrando que se consumían activamente en la dieta de aquellos tiempos.
Este descubrimiento desafía la creencia previa de que el consumo de algas comenzó en Asia, donde sigue siendo un alimento común en muchas culturas. Según los investigadores, el consumo de algas en Europa puede haber sido impulsado por la disponibilidad de estos recursos en las costas, así como por razones nutricionales.
Las algas son una fuente rica en minerales, vitaminas y otros nutrientes esenciales. Además, tienen un bajo contenido calórico y son una fuente sostenible de alimento. Esto podría explicar por qué los europeos comenzaron a incluir algas en su dieta hace miles de años.
Es interesante destacar cómo a lo largo de la historia, diferentes culturas han descubierto y aprovechado los beneficios de los alimentos que se consideran “nuevo” o poco convencionales en la actualidad. Este hallazgo arqueológico también resalta la importancia de tener una visión amplia y global de la historia alimentaria.
En resumen, un estudio reciente revela que los europeos han estado consumiendo algas desde hace 8000 años. Este descubrimiento desafía la creencia anterior de que el consumo de algas comenzó en Asia y destaca el valor nutricional y sostenible de este alimento. Este hallazgo arqueológico nos recuerda la importancia de tener una perspectiva amplia y global en nuestra comprensión de la historia alimentaria.
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