La merienda es una de las comidas favoritas de los más pequeños y la opción clásica por excelencia son los bocadillos. ¿Qué tal si preparamos algunos que sean apetecibles, pero sin que dejen de ser saludables?
La hora de la merienda es un momento para descansar después del colegio o para reunirse con amigos o familia durante las vacaciones mientras se come algún tentempié. Además de ello, también es perfecta para recargar energías y sirve para aguantar el resto del día sin demasiada hambre hasta la cena.
Pero eso sí, lo que se debe intentar es que sea saludable como el resto de comidas, y para ello podemos elaborar deliciosos bocadillos igualmente sanos. Toma nota de estos consejos:
- Escoge un buen pan. Lo principal es tener un pan que sea lo más saludable posible. Puedes elegir la opción integral o aquellos panes que tengan algún condimento como frutos secos, semillas o multicereales que también aportan fibra. Preferiblemente opta por la barra tradicional antes que por el pan de molde.
- No hagas bocadillos solo de embutidos. Actualmente existen multitud de alternativas igual de buenas y que son perfectas para comer más variedad de alimentos.
- Prueba a hacer los bocadillos más jugosos. Para ello puedes untarlos con tomate rallado, con aceite, con guacamole, con queso de untar…
- Con tortilla francesa o huevo cocido. El huevo es un alimento muy completo y nos permite utilizarlo de varias formas para los bocadillos. Prueba a hacer una tortilla, huevos revueltos o huevos cocidos para combinarlos con queso o lo que más le guste al peque.
- De salmón con queso fresco. Una manera de que los niños coman pescado es haciendo un bocadillo de salmón ahumado que, si combinamos con queso, obtendremos una alternativa muy nutritiva.
- Con aguacate. Lo podemos añadir tal cual o preparar con él un guacamole y combinarlo con otros alimentos.
- De queso con tomate y lechuga. Ya sea queso fresco, para untar o en lonchas, si lo combinamos con tomate y lechuga siempre quedará bien.
- Con hummus. El clásico es el hummus de garbanzo, y es la alternativa ideal para que los peques coman también algo de legumbres.
- De embutido de mayor calidad. Más allá de un buen jamón y queso, existen muchos embutidos de calidad que podemos combinar para un bocadillo de diez.
- Con los restos de la comida del día anterior. Sí, también podemos aprovechar esas comidas del día anterior en forma de bocata para la merienda, por ejemplo, las pechugas empanadas, los filetes rusos… Además, es lo mejor que podemos hacer para no desperdiciar la comida.