Helio Flores (Xalapa, 1938), cartonista publica su libro “Nuestra democracia” (Alias, 2022) donde incluya 256 trabajos que ha realizado en sus 50 años de carrera entre 1968 y 2022 donde hace reflexión sobre los gajes del oficio.
En entrevista, el caricaturista —que trabaja en EL UNIVERSAL desde 1971— reflexiona sobre los gajes del oficio.
“La intención del libro es que aunque hay trabajos que se publicaron hace unos 40 años y que los personajes y situaciones han cambiado aparentemente, siguen vigentes, o las situaciones se repiten constantemente”, afirma el cartonista.
En el libro, Flores menciona que ha procurado “irse con cuidado” cuando hace caricatura sobre el presidente, Andrés Manuel López Obrador. Al preguntarle la razón, Flores dice que se refiere a que procura la información:
“No quiero caer en la avalancha de moda de ridiculizarlo, pero sí quiero hacer crítica porque es mi obligación, mi papel. No soy incondicional. La caricatura no está para alagar, está precisamente para señalar. Sólo es un cuidado que todos los periodistas debemos tener, sobre todo los de opinión”, declara.
Ante el panorama de polarización política, Helio Flores reconoce que “hay mucha presión”, por lo que considera que es momento de apostar por hacer periodismo y crítica seria, y no propiciar los ataques.
Los gajes del humor y las prisas
Flores menciona que, al repasar su trabajo, no se arrepiente de ningún cartón. Sin embargo reconoce que no siempre está satisfecho con sus creaciones, porque en ocasiones siente que por la rapidez que exige su trabajo no logra transmitir el mensaje de la forma en que le habría gustado.
“A veces siento que una caricatura da una impresión que yo no quería comunicar. Uno está a contrarreloj y hay que entregar sin haber madurado lo suficiente la idea. Tampoco uno puede estar tres días pensando en cómo hacer la imagen, porque es periodismo”, dice sobre su proceso.
Para Flores, el contenido, el dibujo y el humor son los ingredientes indispensables para lograr una caricatura con éxito. Sobre el humor, el arquitecto de formación señala que no funciona en el “ambiente de guerra” de las redes sociales, al igual que las ideas y posturas políticas.
“Ni siquiera es una guerra intelectual, donde se pudiera debatir. Ya sólo hay molestia, mucho coraje y odio en las redes. Es una situación intransitable, donde no se llega a ninguna parte”, sostiene.
Pese a la tensión de las redes sociales y a seguir la actividad política durante décadas, Flores asegura que no se ha desgastado su sentido del humor. “Afortunadamente la caricatura no tiene que ver tanto con la edad. La caricatura en sí es inagotable. Es muy difícil decir ‘hay, después de esta caricatura ya no hay más’. Siempre hay más, siempre se puede mejorar”, concluye.
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