En una reciente noticia, se informó que el Tribunal Supremo declaró ilegal el cobro del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a los inquilinos de viviendas públicas, una práctica que se había llevado a cabo en la Comunidad de Madrid, siguiendo el modelo de alquileres asequibles implementado por la administración de la presidenta regional.
Esta decisión judicial se fundamenta en que el IBI es un impuesto que debe ser pagado por el propietario del inmueble, no por el inquilino, ya que este último no es el titular de la propiedad. Por lo tanto, cobrar este impuesto a los arrendatarios de viviendas públicas vulnera la legislación vigente y los derechos de los ciudadanos.
Es importante destacar que esta resolución del Tribunal Supremo pone fin a una polémica situación que se había generado en torno a la legalidad de esta práctica. A partir de ahora, las autoridades pertinentes deberán ajustarse a lo establecido por la ley y asegurar que los impuestos se cobren de acuerdo con las normativas vigentes.
En conclusión, la decisión del Tribunal Supremo en este caso específico es un recordatorio de la importancia de respetar la legalidad y los derechos de los ciudadanos en todas las acciones gubernamentales. La justicia ha hablado y es necesario que se cumpla con sus dictámenes para garantizar un funcionamiento adecuado de la administración pública.
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