Según el último sondeo de Datafolha la mayoría de los brasileños, el 54%, por primera vez estaría a favor de abrir un proceso de impeachment al presidente Bolsonaro, lo que revela el índice de rechazo que ha crecido con las recientes manifestaciones de protestas contra él y su Gobierno.
A primera vista, debería quedar claro a la clase política que la voluntad de la sociedad prefiere que el presidente sea depuesto de su poder antes de que pueda disputar su reelección. Es el grito de las manifestaciones populares con su “fuera Bolsonaro”.
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Ese deseo mayoritario de la población no tiene, sin embargo, el mismo eco en el Congreso ni seguramente en el Supremo. En el Congreso y en el Senado no existe, por lo menos en este momento, la decisión de deponer al presidente. Y es que abrir un proceso de impeachment , que suele ser muy largo, supone contar con una alta probabilidad de éxito o de que el mismo presidente, para no someterse a un proceso tan extenso, decida renunciar.
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La personalidad violenta del “capitán” hace que la posibilidad de una renuncia es improbable . Su única obsesión es la reelección y por eso solo habla de las elecciones y amenaza con boicotearlas. Los militares se sentirían de algún modo implicados y juzgados también, o como mínimo fracasados en su apoyo al candidato que los metió en la política sin necesidad de una nueva dictadura.
Dadas las primeras reacciones de amenazas veladas de intervención en la nota enviada a la comisión de Senado, que investiga a Bolsonaro por su actuar frente a la pandemia, por el Ministro de Defensa y por tres comandantes del Ejército ya es posible imaginar cuál podría ser la reacción del Ejército a una apertura de proceso de destitución contra un presidente que consideran suyo.
La decisión de apertura de un impeachment supone un alto grado de seguridad de que existen en el Congreso y Senado los votos suficientes para una condena. De lo contrario si Bolsonaro acabara absuelto, y eso ocurre en vísperas de las elecciones, se convertiría en un candidato competitivo y con la aureola de víctima.