En las últimas elecciones en Alemania, los resultados han sorprendido a muchos. El auge de la ultraderecha ha sido un tema de discusión en todo el país. La pregunta que muchos se hacen es ¿cómo ha sido posible esto?
Los analistas políticos creen que este cambio en la opinión pública se debe a la creciente desigualdad social. Muchos ciudadanos alemanes se sienten abandonados por el sistema político y económico. Los partidos tradicionales no han sabido ofrecer soluciones a sus problemas. Y han sido partidos de ultraderecha los que se han presentado como la alternativa a esta situación.
Esta falta de confianza en los partidos tradicionales también se debe a la falta de sintonía de estos partidos con los ciudadanos alemanes que, al igual que en otros países, han visto la política ser cada vez más elitista. En este sentido, la ultraderecha ha sabido conectar con la población, ofreciendo un discurso de esperanza y de respuesta a sus necesidades.
Pero aunque la ultraderecha ha cosechado éxitos electorales, no es la solución a los problemas de desigualdad y marginación que vive una parte de la sociedad alemana. Por lo tanto, los partidos tradicionales deben empezar a hacer autocrítica y a buscar nuevas formas de conexión con la ciudadanía.
Es necesario que se preste atención a las razones que han llevado a la ciudadanía a votar por estas opciones políticas. Solo así se podrá plantear soluciones realmente efectivas y construir una sociedad más justa y equitativa.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.