México ha acudido este domingo a las urnas para elegir a los 500 miembros de la Cámara de Diputados, 15 gobernadores y miles de autoridades locales. En la Cámara, engranaje imprescindible para las reformas que pretende acometer el presidente Andrés Manuel López Obrador, la clave reside en si su partido (Morena) consolidará las mayorías necesarias para manejar esta pieza, y si lo hará solo o en compañía.
A juzgar por el conteo rápido oficial del Instituto Nacional Electoral, Morena no logra renovar su mayoría absoluta de más de 250 diputados, y necesita de sus socios habituales para asegurar el tránsito de leyes por el legislativo. Según la proyección, el partido de López Obrador se queda entre los 190 y los 203 diputados. El estimado medio: 197. Le sigue el conservador PAN, con alrededor de 111 (horquilla: 106 y 117), que encabeza un bloque de oposición que tampoco logra la absoluta.
Los partidos se han aliado en dos coaliciones distintas para competir en mejores condiciones por curules en la Cámara. El oficialismo se agrupa en torno a Morena sumando también el Partido Verde (PVEM) y el izquierdista Partido del Trabajo (PT). La oposición está compuesta por las formaciones de larga data PRI (viejo oficialismo; partido del expresidente Enrique Peña Nieto), PAN (conservador) y PRD (socialdemócrata).
Un objetivo crucial para el bloque oficialista era llegar a los 334 curules que aseguran la posibilidad de pasar reformas de calado constitucional. La intención de mínimos para la alianza opositora era justamente impedir dicha mayoría calificada, algo que, a juzgar por el conteo rápido, habrían conseguido, al frenar a “Juntos Hacemos Historia” en los alrededores de los 280 puestos.