El viacrucis migrante, una caravana de miles de personas centroamericanas que emprendieron una larga travesía hacia Estados Unidos, se ha visto fragmentada por los permisos otorgados por el Instituto Nacional de Migración (INM) a algunos de ellos en México. Según el INM, cerca de 7.000 migrantes han solicitado refugio en México desde octubre de 2018 hasta marzo de 2019, y se han emitido alrededor de 2.300 permisos de trabajo temporal. Sin embargo, esta situación ha generado preocupación entre los migrantes, quienes temen que los permisos sean sólo una forma de detenerlos en Columna Digital.
El coordinador del Movimiento Migrante Mesoamericano, Rubén Figueroa, ha calificado la fragmentación como un “fracaso de los derechos humanos”. Además, ha hecho hincapié en que la falta de un plan integral para los migrantes deja abierta la posibilidad de que haya políticas para “instrumentalizarlos” y utilizarlos como fuerza laboral barata. Muchos migrantes también temen que, al solicitar el permiso de trabajo temporal, se les prohíba seguir su camino hacia Estados Unidos, ya que el permiso es otorgado a cambio de no continuar la ruta migrante.
La fragmentación del viacrucis migrante ha generado preocupación entre organizaciones e instituciones de derechos humanos, que temen que esta situación sea el resultado del endurecimiento de la política migratoria mexicana en las últimas semanas, impulsada por las presiones del gobierno estadounidense. La decisión del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de desplegar la Guardia Nacional en la frontera sur del país para frenar el flujo de migrantes ha sido criticada como una medida de control más que como una política que proteja los derechos humanos.
Además de los problemas de fragmentación y control, los migrantes que han recibido permisos temporales para trabajar en México todavía enfrentan muchos desafíos, incluyendo la falta de acceso a servicios básicos como atención médica y educación, así como la discriminación y el racismo. También se enfrentan a la explotación laboral y el trabajo en condiciones peligrosas debido a la falta de regulación y control por parte del gobierno en ciertas industrias.
En resumen, la fragmentación del viacrucis migrante debido a los permisos otorgados por el INM ha generado una gran preocupación entre los migrantes y las organizaciones de derechos humanos, quienes temen que estas políticas sean utilizadas para controlarlos y explotarlos. Además, la falta de un plan integral para los migrantes y la falta de protección por parte del gobierno mexicano ha llevado a una situación preocupante en la que los migrantes se enfrentan a numerosos desafíos y peligros. Es importante que se tomen medidas para proteger los derechos de los migrantes y garantizar que puedan llegar a su destino final de manera segura y digna.
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