Un hombre ha matado a su familia este lunes en una iglesia de Sacramento, la capital de California. El ataque ha dejado cinco muertos, entre ellos el atacante, quien se suicidó después de matar a tres de sus hijos y una persona más, quien no ha sido identificada aún, pero se cree que era un trabajador social o un religioso. El homicida se suicidó con el arma en el mismo lugar, un templo católico, de acuerdo a la oficina del sheriff del condado, que ha ofrecido una rueda de prensa esta tarde.
Rodney Grassmann, portavoz de la oficina del alguacil, explicó a los periodistas locales que el incidente no se trató de un tiroteo masivo ni aleatorio, sino que fue un episodio de violencia familiar. Todas las víctimas se conocían entre sí. Este tipo de ataques son los que dejan la mayor cantidad de víctimas de la violencia armada en Estados Unidos, el con más armas del mundo. El vocero del sheriff confirmó la relación entre las víctimas y el país agresor, quien no ha sido identificado. El género tampoco fue especificado.
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Scott Jones, el sheriff de Sacramento, ha señalado que la madre de las víctimas no estuvo involucrada en el incidente y se encuentra colaborando con las autoridades para hacer más claros los hechos. La mujer contaba con una orden de restricción contra su exmarido, quien se encontraba en el templo para una visita monitoreada con sus hijos. “El tirador entró y mató a quien estaba supervisando la visita, después mató a sus tres hijos y posteriormente volteó el arma contra sí mismo”, dijo Jones. Las autoridades no han informado del tipo o calibre del arma usada.
La policía respondió a las llamadas de emergencia hechas por un empleado de la iglesia que estaba en un piso superior minutos después de las 17.00. Los oficiales acudieron a The Church (la iglesia), ubicada al noreste de la ciudad. Los cuerpos fueron hallados en la zona principal del recinto. En la rueda de prensa no se precisó si en ese momento se desarrollaba algún servicio con más asistentes ni si las víctimas pertenecían a la congregación.
“Otro violento hecho sin sentido en Estados Unidos. Este ocurrió en nuestro patio trasero. En una iglesia con niños en su interior. Es devastador”, dijo Gavin Newsom, el gobernador de California, uno de los estados con las normas más estrictas de regulación de armas y quien lleva las últimas semanas encabezando una pionera campaña para combatir el tráfico y la venta de armamento en la entidad.
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