Interpol ha solicitado a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) la inmediata detención del mercader de armas hispanolibanés Abdul Rahman El Assir, asiduo acompañante de Juan Carlos I en ese país, sobre el que pesan desde 2019 dos órdenes de búsqueda y captura internacional, según señalaron a el país fuentes policiales.
La orden de Interpol con nota roja (detención para extradición) tiene lugar días después de que una investigación de este periódico revelara que Abdul Rahman El Assir, de 71 años, desaparecido desde hace casi tres años y perseguido por las justicias española y francesa, se esconde en Abu Dabi, donde frecuenta desde hace meses al rey emérito en su residencia privada, según testimonios de testigos presenciales. La amistad entre El Assir y Juan Carlos I es conocida y se remonta a hace décadas.
La petición de Interpol
La ha tramitado la oficina de esa organización en Madrid después de que la Brigada de Fugitivos de la Policía Nacional activara los canales de cooperación internacional tras conocer por el país que el mercader de armas vive en Abu Dabi, país de 1,45 millones de habitantes, donde se desplaza con total libertad. La oficina de Interpol en la capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU) la ha trasladado, a su vez, a los grupos operativos de la policía de ese país.

La policía española, además, ha contactado con el agregado del Ministerio del Interior en la embajada de España en Abu Dabi para que transmita a los servicios policiales de Emiratos Árabes Unidos el interés de las autoridades en la detención del fugado, según señalan fuentes policiales.
El Assir se esfumó el 4 de octubre de 2018
Cuando había sido convocado por un juzgado madrileño para ser juzgado por un delito fiscal por un millonario fraude a Hacienda. La orden de detención e ingreso en prisión la dictó el tribunal de la Audiencia Provincial, el 6 de marzo de 2019, donde iba a ser juzgado y al que dio plantón hasta en cuatro ocasiones. La petición se trasladó a la Oficina Sirene en la que en la que se activan y validan las descripciones de personas buscadas por las autoridades judiciales europeas para su detención a afectos de extradición.
Las oficinas Sirene, creadas en todos los Estados firmantes del Acuerdo de Schengen, constituyen un mecanismo operativo de apoyo al Sistema de Información Schengen (SIS). En sus archivos se acumulan los nombres de centenares de personas reclamadas para su detención por los tribunales españoles.
En el sistema Sirene, figura también, la orden de búsqueda y detención para extradición contra El Assir dictada por la Justicia francesa donde fue condenado en rebeldía por el Karachigate, un escándalo de corrupción y venta de armas en Pakistán. Está vigente desde mediados de 2020 y se le persigue por un delito financiero y contra la propiedad. Parte de las comisiones por la venta de submarinos financiaron la campaña, en 1995, a la presidencia de la república francesa del primer ministro, Édouard Balladur.
En Suiza
Donde estableció su residencia en los últimos años, también ha dejado rastro. Debe 2,2 millones en impuestos, según publicó el medio suizo Bergen Zeitung.
“La orden de detención por rebeldía contra El Assir la dictó el tribunal y sigue vigente. Cuando se le localice se le pondrá a disposición del los jueces”, afirma un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. “Se acordó y anunció. Nada ha cambiado en este caso”, responde una fuente oficial de la Fiscalía que solicita contra el hispanolibanés una condena de ocho años de prisión, el pago de casi 90 millones y una indemnización a Hacienda de 14.784.602.
Para la acusación pública, este mercader de armas y comisionista internacional “omitió conscientemente” ganancias de más de 31 millones de euros y no hizo la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El fraude le facilitó no pagar 12,03 millones en 2002 y 2,7 millones en 2003.
El Assir frecuenta desde hace meses al rey emérito en su residencia privada de Abu Dabi. Testigos presenciales de estos encuentros interpretan que el mercader de armas está utilizando a Juan Carlos I como “escudo” para sortear sus problemas judiciales. La Casa Real y el abogado de Juan Carlos I declinaron hacer comentarios.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook y Twitter, o visitar nuestra pagina oficial.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.