La inversión en infraestructura de internet, particularmente en tecnologías de acceso inalámbrico fijo (FWA), está proyectada para alcanzar los 4,000 millones de dólares anuales para el año 2025. Este incremento en el financiamiento tiene como objetivo ampliar la conectividad en diversas regiones, especialmente en aquellas donde las opciones de acceso a internet son limitadas o inexistentes.
La implementación de soluciones FWA se presenta como una alternativa viable para mejorar la cobertura de internet de banda ancha, aprovechando tecnologías que facilitan la conexión sin la necesidad de cables físicos. Esto no solo permitirá alcanzar a comunidades rurales o marginadas, sino que también impulsará la economía digital, favoreciendo el desarrollo de pequeñas y medianas empresas que dependen de una conexión robusta para operar eficientemente.
Este tipo de inversión no se limita únicamente al ámbito empresarial. Se proyecta que beneficiará a estudiantes y trabajadores que requieren acceso a recursos en línea para su educación y labor, un aspecto que ha cobrado mayor relevancia en la era post-pandemia, donde el teletrabajo y la educación en línea se han convertido en norma.
Las autoridades y empresas del sector han destacado la importancia de estas inversiones no solo como un medio para cerrar la brecha digital, sino también como un motor para fomentar la innovación y la competitividad. Asimismo, la colaboración entre el sector privado y público se vuelve crucial para asegurar que los recursos se asignen de manera efectiva y se implementen soluciones adecuadas a las necesidades específicas de cada región.
La expansión de la infraestructura FWA se asocia no solo con un aumento en la calidad de vida de los ciudadanos, sino también con la atracción de inversiones extranjeras. Los inversionistas están cada vez más interesados en mercados donde la infraestructura tecnológica está en desarrollo, ya que esto representa una oportunidad para crecer en un entorno conectado.
En un mundo cada vez más digitalizado, el acceso a internet se considera una necesidad fundamental. A medida que se desarrolla esta infraestructura, se espera que los beneficios se sientan en múltiples sectores, desde la educación y la salud hasta el comercio y la cultura. La clave estará en cómo se ejecuten y gestionen estas inversiones, garantizando que todos los segmentos de la población puedan beneficiarse de este progreso tecnológico.
La mirada está puesta en los próximos años, donde se anticipa no solo un crecimiento en cifras, sino también una transformación en la manera en que las personas interactúan con la tecnología y entre sí. La inclusión digital se presenta como un objetivo esencial, y el rumbo que tome esta inversión será determinante para el futuro de la conectividad en el país.
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