Joao Félix, delantero del Atlético de Madrid, viaja este martes a Londres para cerrar el final de temporada del Chelsea, sin opción de compra. El acuerdo con el conjunto londinense, que ronda los diez millones de euros por el préstamo más el salario del jugador (23 años), no incluye una cláusula de compra obligatoria, pero si en estos seis meses el jugador logra revalorizarse su regreso al Atlético se antoja complicado si Simeone sigue al frente del equipo.
Para que Miguel Ángel Gil Marín, máximo accionista de la entidad rojiblanca, desbloqueara una operación que ha tratado de evitar hasta que se convenció de que el jugador ya no aguantaba más bajo la dirección del técnico argentino, ha sido necesaria la ampliación hasta 2027 del contrato de João Félix, que expiraba en 2026. Este alargue del compromiso suaviza la amortización de los 127 millones de euros que el Atlético abonó por su traspaso al Benfica en el verano de 2019 para paliar la marcha de Antoine Griezmann al Barcelona, pero también es un mensaje al futbolista. El club considera que la inversión más cara de su historia no puede ser tratada como si fuera un jugador cualquiera para andar de cesión en cesión si no se diera un traspaso en verano. La dirigencia rojiblanca ha querido dejarle claro al luso que aún es un valor del Atlético y también que el precio por dejarle salir cedido debía ser recompensado por su parte con ese año de más.
Tres delanteros a la espera de cerrar cesión
Tras el traspaso de Matheus Cunha al Wolverhampton y la cesión de João Félix al Chelsea, Simeone se ha quedado con solo tres delanteros en nómina: Morata, Griezmann y Correa. Si en el inicio de la temporada cinco atacantes le parecían muchos al preparador argentino, tres se le quedan cortos ahora. Desde el club rojiblanco aseguran que ficharán un cuarto delantero para estos seis meses si encuentran uno que cuente para Simeone y tenga un precio razonable.
Desde que la salida de João Félix comenzó a darse por hecha tras confirmar Gil Marín la mala relación del luso con Simeone, son varios los atacantes a los que se ha relacionado con el Atlético. El que sonó con más fuerza fue el de Borja Iglesias, pero el Betis no estaba dispuesto a traspasarlo por menos de 50 millones de euros. El inconveniente de reforzar a un rival directo por una plaza en la próxima Liga de Campeones también era un factor que dificultaba el trasvase. Las dificultades económicas del Betis eran un punto a favor, pero la entidad verdiblanca acaba de cerrar la venta del lateral Alex Moreno al Aston Villa por unos 15 millones de euros que han aliviado a corto plazo su situación financiera. El Atlético, al no contar con una oferta mínima, cifrada en 100 millones de euros, por el traspaso de João Félix, no puede afrontar ahora la compra de Borja Iglesias, que se encuentra con su club en Arabia Saudí para disputar la Supercopa de España. “Si alguien quiere que juegue en su equipo, debe hablar primero con el club, si no les convencen a ellos, yo estoy muy feliz aquí”, dijo ayer el goleador gallego en Radio Sevilla.
Con el fichaje de Borja Iglesias casi descartado, otros nombres como el de Enes Ünal (Getafe) y Marcus Thuram (Borussia M’Gladbach) están encima de la mesa. El último en salir a la palestra es el del extremo holandés del Barcelona Memphis Depay. El Atlético ha preguntado y el club azulgrana someterá a un debate interno con Xavi si le deja salir, una vez que el técnico ha asegurado que solo dejará marchar jugadores si le traen recambios.
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