La videollamada más tensa de los casi 11 meses de Joe Biden en la Casa Blanca. Se ha saldado con una advertencia al presidente ruso, Vladímir Putin: Estados Unidos prepara con sus aliados europeos “fuertes sanciones económicas”. Para el caso de que Moscú aumente su presión sobre Ucrania.
El encuentro ha empezado este martes pasadas las 10.00 horas de Washington (16.00, hora peninsular española). En un ambiente cordial, con Putin al otro lado de la línea, al final de una larga mesa de madera en su residencia de Sochi, ciudad de vacaciones en la costa del mar Negro. De fondo, estaban las tensiones, en un tono cada vez más rojo vivo entre Moscú y Washington por la crisis en la frontera con Ucrania.
Washington dispone de información de sus servicios de espionaje según la cual Putin prepara para principios de 2022 una operación militar con 175.000 soldados, extremo que este niega. Rusia, por su parte, exige garantías de que Kiev no entrará en la OTAN y de que Ucrania no va a lanzar una ofensiva para recuperar el territorio perdido en 2014 en su enfrentamiento en el Donbás con los separatistas prorrusos. La reunión se ha prolongado durante poco más de dos horas.
El líder estadounidense ha expresado a Putin
Su honda preocupación por su actitud en esta crisis, según un portavoz de la Casa Blanca, y ha reclamado una “inmediata desescalada” en el conflicto y “una vuelta a la diplomacia”. Ha reiterado su apoyo a la “soberanía” y la “integridad territorial” de Ucrania. Descartada la idea de enviar soldados a la frontera. Biden ha advertido de graves sanciones económicas, que ya adelantó un alto funcionario de su Administración el lunes.
Esas sanciones incluirían impedir a los grandes bancos rusos que conviertan rublos a dólares y otras divisas. La agencia Bloomberg informó, por su parte, de que están sobre la mesa iniciativas dirigidas a la línea de flotación del Fondo Ruso de Inversión Directa, así como restricciones a la capacidad de los inversores para comprar deuda rusa en el mercado secundario. También se contempla el refuerzo del flanco oriental de la OTAN si se produce ese ataque sobre suelo ucranio, según compartió este alto funcionario, que se mantuvo en el anonimato. La relación entre ambas potencias ha registrado en los últimos días niveles de tensión propios de la Guerra Fría.
También hablaron en la tarde del lunes el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el presidente ucranio, Volodímir Zelenski. Para acordar posiciones con vistas a la videollamada del martes. Ambos países, ha expresado Zelenski en Twitter, seguirán “actuando de forma conjunta y coordinada”.
La entrada de Ucrania en la OTAN es una vieja aspiración que se remonta a la Declaración de Bucarest de 2008. Sin embargo, Moscú considera que aquel país forma parte de su zona de influencia. Por ello, Putin exigió la pasada semana a Washington “garantías sólidas” de que la OTAN no se expandirá más hacia el este. El secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, advirtió este domingo de que su organización “permanece vigilante” ante la escalada militar rusa en la frontera ucrania y que cualquier agresión “tendrá consecuencias”.
La integración de Ucrania en la OTAN
No obstante, muy remota. Alina Frolova, exviceministra de Defensa ucrania y directora del Centro de Comunicación Estratégica StratCom Ucrania, explica por teléfono a el país que “en Kiev no hay expectativas de ello; no hay progreso desde hace mucho tiempo, incluso con el apoyo mostrado por Stoltenberg”. Sin embargo, Frolova no cree que Occidente los haya abandonado. “EE UU ha enviado armas y ha demostrado que mantiene su compromiso. El Reino Unido también. No es una cuestión de número de fuerzas, sino de demostración política”. Según esta experta ucrania, la advertencia rusa “es una amenaza global, no solo a Ucrania” y buscaría con ello “un gran acuerdo, un reparto de áreas de influencia” entre potencias.
Horas antes del encuentro, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió de que Putin mantendría ante Biden su posición respecto a la guerra de Ucrania. “Sin duda, remarcaremos nuestros enfoques sobre la necesidad de obligar al régimen de Kiev a cumplir con sus obligaciones escritas negro sobre blanco en el paquete de medidas de Minsk”, afirmó Lavrov. “Kiev no escuchará a nadie más que a EE UU”, agregó el jefe de la diplomacia rusa e insistió en que la solución para el Donbás solo pasa por un diálogo directo entre el Gobierno ucranio y los representantes de las autodenominadas “repúblicas populares” de Lugansk y Donetsk, algo que ha rechazado siempre Kiev porque considera que son marionetas del que debería ser su interlocutor directo: el Kremlin.
Von der Leyen: “Responderemos a cualquier agresión adicional”
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado esta mañana que la Unión Europea fijará nuevas sanciones contra Rusia si decide invadir Ucrania: “Responderemos de forma apropiada a cualquier agresión adicional, incluyendo incumplimientos del derecho internacional o cualquier otra acción maliciosa que vaya en contra de nosotros o de nuestros vecinos, incluida Ucrania”, ha sentenciado Von der Leyen en un discurso frente los embajadores ante la UE de los Estados miembros.
Según la presidenta del Ejecutivo comunitario, esa respuesta consistirá en “una ampliación de los regímenes de sanciones existentes” y en “medidas restrictivas adicionales”, que la UE aprobará “en coordinación” con sus socios internacionales.
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