El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, mantendrán una entrevista el próximo lunes en Bruselas en los márgenes de la cumbre la OTAN. Será “una conversación” y no un mero saludo protocolario, subrayan fuentes gubernamentales españolas.
España se ha ofrecido para albergar la cumbre que la Alianza Atlántica tiene previsto celebrar en 2022, coincidiendo con el 40º aniversario de su ingreso en la organización, en mayo de 1982, con el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo. Si la oferta sale adelante, y la acogida ha sido hasta ahora bastante favorable, el presidente estadounidense y los restantes 29 jefes de Estado y Gobierno de la OTAN visitarán España el año próximo.
La Moncloa y la Casa Blanca han mantenido contactos en los últimos días para que el primer encuentro entre ambos líderes (Biden y Sánchez no han coincidido nunca) no se limitara a un saludo, sino que se tratara de una conversación en la que ambos se conozcan y establezcan puentes. Aunque no está cerrada la agenda, en la entrevista se hablará con toda probabilidad del protagonismo que España quiere adquirir en la OTAN y del viaje que el presidente español está realizando estos días a Centroamérica.
El hecho de que Biden no hubiera telefoneado a Sánchez desde que llegó a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, mientras que sí lo ha hecho con una treintena de líderes políticos, se había interpretado como una muestra de desdén del mandatario estadounidense hacia España. Fuentes de la Embajada estadounidense en Madrid indicaron que no existe un “protocolo” sobre las llamadas que debe realizar un nuevo presidente tras tomar posesión y que, si no había telefoneado al presidente español, es porque “no existe ningún problema que lo hiciera necesario”.
Fuentes diplomáticas españolas señalaron, por su parte, que Biden está volcado en la agenda interior y solo ha hablado con tres líderes de la UE (la alemana Angela Merkel, el francés Emmanuel Macron y el irlandés Micheál Martin), mientras que no lo ha hecho con el italiano Mario Draghi, que forma parte del G-7.