El sacerdote michoacano José Luis Segura Barragán, encargado de la Vicaría Fija del Sagrado Corazón de Jesús en La Loma, Jalisco, perteneciente a la Diócesis de Apatzingán, pidió la pronta intervención del gobierno federal a través de sus instituciones de seguridad y vigilancia para que brinde protección a los feligreses de la región, luego de que denunció amenazas por parte de un grupo armado que irrumpió en la capilla donde oficia misa.
En una carta dirigida al fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero y al fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz, el religioso expuso que el pasado viernes 22 de julio, durante la homilía de las 13:00 horas, un grupo de aproximadamente nueve jóvenes armados ingresó a la capilla de Zipoco, municipio de Santa María del Oro, un pueblo de 93 habitantes y a donde se llega por caminos de terracería tras un viaje de varias horas.
El presbítero señaló que hizo del conocimiento de esta situación a la Diócesis de Apatzingán, al obispo Cristóbal Ascencio García y a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). Afirmó que tras este incidente ha recibido mensajes de solidaridad de varias personas, incluyendo ciudadanos originarios de Colombia.
Indicó que personas “de buena voluntad” le han ofrecido movilizar sus recursos para solicitar su retorno al estado de Michoacán, sin embargo, “he decidido declinar sus proposiciones, pues con este acto socavaría la fortaleza espiritual de la Iglesia Católica e incumpliría la vocación religiosa a la que he consagrado mi vida presente y mi vida eterna”.
Finalmente, pidió a las fiscalías de la República y del estado de Jalisco, así como a las autoridades estatales y federales, a que tomen todas las acciones pertinentes para el resguardo de las libertades de culto, de expresión y de tránsito, y la protección de la población de la vicaría a su cargo.
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