Los jóvenes de familias con bajos ingresos parecen estar más inclinados a abusar de las pantallas electrónicas debido a la falta de alternativas de ocio. Los expertos aseguran que este comportamiento se da porque estos jóvenes no tienen suficiente dinero para pagar otras actividades y no tienen amigos o familiares con quien salir. Además, la falta de estas oportunidades también puede afectar su salud mental.
Según varios estudios, el uso excesivo de la tecnología ha tenido un impacto negativo en el bienestar de los jóvenes. Estos estudios sugieren que cuando los jóvenes son privados de sus dispositivos, experimentan síntomas de abstinencia similares a aquellos que experimentan los adictos a las drogas. Como resultado, es necesario que existan alternativas reales para estas personas.
Los expertos sugieren que las soluciones pueden variar desde programas deportivos hasta programas artísticos, ofreciendo opciones para que los jóvenes de bajos ingresos se involucren en actividades fuera de la pantalla. Por lo tanto, es importante que las instituciones correspondientes apoyen a las organizaciones que ofrecen estas alternativas.
En definitiva, es fundamental que las personas que pertenecen a este grupo tengan acceso a oportunidades de ocio y es fundamental que los gobiernos e instituciones correspondientes se preocupen por esta población. De esta manera, los jóvenes de bajos ingresos tendrán mayores oportunidades para crecer y desarrollarse en un entorno saludable, alejados de los efectos negativos del abuso de las pantallas.
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