Un retrato de Juan Carlos Calderón
En el mundo del espectáculo, siempre hay alguien detrás de cada gran artista. En el caso de Juan Carlos Calderón, ese alguien fue él mismo. Con una personalidad arrolladora y una capacidad innata para componer canciones pegajosas, Calderón se convirtió en un referente indiscutible de la música española en la década de 1970 y 1980.
Pero hay algo más detrás de su éxito: su incapacidad para decir no. Así lo relatan los artistas con los que trabajó, quienes lo describen como alguien siempre dispuesto a ayudar, a colaborar, a aportar su granito de arena a cualquier proyecto que se le presentara. Para ellos, Calderón fue un talento y un amigo inigualable.
Sin embargo, esa actitud también le ocasionó problemas. Según sus propias palabras, se sentía abrumado por la cantidad de trabajo que siempre tenía sobre sus hombros. Componía para él mismo, para otros artistas, para anuncios comerciales, para películas… nunca paraba. Y eso, sumado a sus problemas de salud, lo llevó a alejarse del mundo de la música y a recluirse en su casa en los últimos años de su vida.
Aun así, su legado sigue vivo. Canciones como “Eres tú” o “Qué será de ti” siguen siendo populares, y su estilo musical sigue siendo reconocido y admirado por varias generaciones. Y todo gracias a un hombre que siempre dijo que sí, aunque tal vez debería haber aprendido a decir que no.
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