Los grupos armados ilegales aún proyectan una alargada sombra sobre Colombia, donde una seguidilla de amenazas contra figuras públicas hace temer el regreso de las peores épocas de violencia. La caravana de Juan Guillermo Zuluaga, el gobernador del departamento del Meta, una región golpeada por el conflicto armado en el centro del país, sufrió la tarde de este lunes un ataque con explosivos durante un recorrido por un paraje rural de La Macarena, una de las zonas históricamente copadas por la extinta guerrilla de las FARC. Tanto el dirigente político del Partido de la U como sus acompañantes resultaron ilesos, de acuerdo con la prensa colombiana.
Zuluaga todavía no se manifiesta sobre el incidente, que ha sido confirmado por fuentes militares a los periodistas. “Iniciamos el tercer día del recorrido histórico por el sur del Meta. Salimos desde San Juan de Lozada, rumbo a La Macarena, más de 140 km. De camino, un tinto con don Miguel y doña Olga en la vereda La Machaca ¡Seguimos en el territorio escuchando a nuestros paisanos!”, había publicado en la mañana en sus redes sociales sobre el inicio del recorrido junto a imágenes de la caravana de unos 30 vehículos. El Meta es la puerta de entrada a los extensos territorios que componen los Llanos Orientales de Colombia.
Iniciamos el tercer día del recorrido histórico por el sur del Meta. Salimos desde San Juan de Lozada, rumbo a La Macarena, más de 140 km. De camino, un tinto con don Miguel y doña Olga en la vereda La Machaca.
¡Seguimos en el territorio escuchando a nuestros paisanos! pic.twitter.com/sOkDhCzwz8
— Juan Guillermo Zuluaga (@JuanGZuluaga) October 11, 2021
En particular las encabezadas por Miguel Santanilla Botanche, alias Gentil Duarte, unas de las facciones más poderosas. “El mayor reto lo tenemos en el sur del Meta, donde disidencias de las FARC, comandadas por Gentil Duarte, quieren llenar de coca esa zona del departamento, pero no la tienen fácil”, había diagnosticado Zuluaga en octubre de 2020 en una entrevista con el periódico El Espectador.
El ataque se conoce en medio de un pronunciado deterioro de la seguridad, con recurrentes masacres en diversos lugares de la geografía colombiana y el incesante asesinato de líderes sociales y de excombatientes que firmaron la paz. A ese clima enrarecido se añaden las amenazas contra líderes políticos. El gobernador del departamento caribeño del Magdalena, Carlos Caicedo, denunció en agosto que se vio obligado a abandonar brevemente el país ante un inminente plan para asesinarlo por parte del Clan del Golfo, una banda del narcotráfico heredera de los grupos paramilitares.