En España, esta semana arrancó el juicio contra el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, del llamado “caso Cursach”. Esta investigación se inició en 2017, cuando el juez Penalva comenzó a investigar una supuesta trama de corrupción en el ámbito del ocio nocturno de Mallorca. La investigación tuvo gran repercusión mediática, ya que se saldó con la detención de numerosas personas y el registro de locales y empresas relacionadas con el empresario Bartolomé Cursach, el principal implicado.
Sin embargo, la defensa de Cursach denunció en varias ocasiones la existencia de irregularidades en el proceso. La Fiscalía Anticorrupción realizó una investigación, y en 2019 presentó una querella contra el juez Penalva y el fiscal Subirán, que había trabajado en el caso junto a él. Los querellados fueron acusados de prevaricación, malversación, falsedad documental, delitos contra la administración de justicia y cohecho. El juicio comenzó el pasado lunes, y se espera que se prolongue durante unas seis semanas.
La acusación mantiene que Penalva y Subirán manipularon pruebas y coaccionaron a testigos para conseguir pruebas contra Cursach y otros implicados en el caso. Sin embargo, los abogados defensores niegan estas acusaciones, y aseguran que sus clientes actuaron con total legalidad y que están siendo víctimas de una campaña de desprestigio. En cualquier caso, el juicio es uno de los más mediáticos y polémicos de los últimos años en España, y está siendo seguido de cerca por la opinión pública.
El caso Cursach se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la corrupción en España. La investigación destapó una supuesta red de sobornos y tráfico de influencias entre políticos, empresarios y funcionarios públicos de Mallorca. Asimismo, ha puesto de manifiesto las tensiones entre la Fiscalía y algunos jueces que acusan al Ministerio Público de actuar bajo presiones políticas o mediáticas. El juicio que acaba de comenzar será clave para aclarar la verdad en torno a este caso, y para determinar si realmente se produjeron irregularidades en la investigación.
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