Julia Navaro (Madrid, 1953). Hurga en la cruel realidad contenida en los periódicos para construir relatos que intenten explicar por qué suceden tragedias como la migración, maldades como el terrorismo yihadista o crisis sociales como el rechazo al otro. De este ejercicio reflexivo nació su más reciente novela De ninguna parte (Random House), que presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Abir Nasr
Se trata de la historia de Abir Nasr, un adolescente que presencia el asesinato de su familia durante una misión del ejército israelí en el sur de Líbano. Ante los cadáveres de su madre y hermana, jura que perseguirá a los culpables, pero la vida lo lleva a París donde se convierte en un migrante, ajeno a la cultura europea y lejano de la propia.
Julia Navarro explicó en entrevista que si bien el relato se centra en la vida del joven judío en realidad es un pretexto para poner sobre la mesa temas más amplios como la migración desde la perspectiva política, social y, sobre todo, personal. Y Abir Nasr puede ser uno de los miles de centroamericanos que caminan cientos de kilómetros para llegar a Estados Unidos o alguno de los africanos que intentan cruzar el mar entre África y España.
En la novela se plantea la migración a partir de que el protagonista cambia de residencia huyendo de la violencia de su país, pero se topa con otro tipo de violencia, la de los compañeros de escuela que lo excluyen, discriminan y recuerdan constantemente que él no pertenece a París, y por más que se él se esfuerza por convertirse en un parisino, no lo logra.
Julia Navarro esta situación puede aplicarse a cualquier persona que deja su lugar de origen para buscar una mejor calidad de vida en otro país
“La historia de la humanidad es una historia de migraciones, el hombre nunca ha estado quieto, el hombre cuando ha sentido que el ambiente donde está ya no puede darle más, se marcha. Es una historia de personas que han ido de un lugar a otro y tenemos el problema de afrontar esa tragedia, es una auténtica tragedia y a hay que darle una respuesta”, señaló la también autora de La sangre de los inocentes.
La crítica de la novelista es igual a los muros físicos que separan fronteras como la de México con Estados Unidos, o los muros sociales que los europeos ponen para impedir que cualquier extranjero se apropie de su cultura. “Lo que hago es una novela de acción para la reflexión, para reflexionar sobre un problema que nos atañe a todos”, apuntó.
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