Kim Jong Un ha admitido por primera vez que Corea del Norte ha sufrido “un incidente grave” relacionado con la pandemia. Tan serio que ha supuesto un riesgo para los ciudadanos y para la nación y ha merecido una durísima crítica del líder supremo a los mandos responsables, según ha publicado la agencia estatal, KCNA. Aunque en qué haya consistido el error, o quiénes lo hayan cometido, es un misterio, pues la agencia no aporta detalles.
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Según ha explicado KCNA, Kim convocó una reunión del Politburó -el Comité Central- del Partido de los Trabajadores para tratar sobre la “dejación de funciones de algunos altos funcionarios” en el cumplimiento de las medidas necesarias contra la “crisis sanitaria mundial”.
Corea del Norte mantiene cerradas sus fronteras desde que China detectó a finales de 2019 en Wuhan los primeros casos de lo que acabaría convirtiéndose en la pandemia de coronavirus. En público, sostiene que no ha detectado ningún caso de covid-19 dentro de su territorio a lo largo del año y medio transcurrido desde entonces, aunque los Gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur son escépticos sobre esta afirmación.
Oficialmente solo ha efectuado pruebas a 30.000 personas, de una población de 28 millones. En julio del año pasado sí habló de la posibilidad de un brote, cuando un hombre cruzó la frontera procedente de Corea del Sur. Pero aunque la ciudad limítrofe de Kaesong, por donde pasó el desertor, quedó confinada durante veinte días, nunca se llegó a confirmar que se hubieran detectado casos.
Funcionarios “perezosos”
La “dejación de funciones” de los funcionarios “perezosos”, ha advertido Kim, “ha traicionado la confianza y las expectativas de los miembros del Partido y del pueblo”. El incumplimiento de las medidas ha “creado una gran crisis a la hora de garantizar la seguridad del Estado y la seguridad de la gente y acarreado graves consecuencias”. Durante la reunión, explica KCNA, se emitieron “duras críticas” contra los mandos aludidos, que “revelaron ignorancia, incapacidad e irresponsabilidad” en su gestión.
La agencia cita que varios miembros del Politburó fueron sustituidos, pero no precisa quiénes o cuántos exactamente, ni si los cambios estaban relacionados con las denuncias.
Hace dos semanas, en una reunión del pleno del Comité Central, Kim ya había instado a los altos cargos del partido a ser menos “egoístas” y más puros ideológicamente. Pero la virulencia con la que se ha pronunciado en esta ocasión, en la que se ha quejado de modo generalizado sobre el comportamiento de altos funcionarios, puede apuntar a posibles purgas. “Todos los mandos tienen que tener siempre presente que el prestigio y la imagen de nuestro Partido se reflejan en su estilo de trabajo y características morales”, ha apuntado.