#JuegosOlímpicos | La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha presentado una apelación ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) en el caso de la patinadora rusa Kamila Valieva, quien dio positivo por una sustancia prohibida pero no fue sancionada por la agencia antidopaje rusa.
La AMA ha pedido una suspensión de cuatro años y la anulación de todos los resultados de la joven patinadora de 16 años, cuyo control positivo se remonta al 25 de diciembre de 2021 y fue revelado durante los Juegos Olímpicos de Pekín en febrero de 2022. Con esta apelación, la AMA busca que el TAS revise la decisión de la agencia antidopaje rusa y garantizar que se cumplan los estándares internacionales en la lucha contra el dopaje en el deporte.
Sobre el fondo, la AMA contesta el análisis del tribunal disciplinario de la Agencia Antidopaje Rusa (Rusada), que había estimado en enero que la joven no había cometido “ninguna falta o negligencia”, limitándose por tanto a anular sus resultados del 25 de diciembre de 2021, quitándole su título de campeona de Rusia, logrado en San Petersburgo, sin otra sanción.
El control positivo de Kamila Valieva, cuyo análisis había sido atrasado por la pandemia del covid-19, fue revelado durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, en febrero de 2022, desencadenando un enorme escándalo, cuando la joven prodigio había ya ganado el oro de la prueba por equipos y aparecía como la gran favorita de la prueba individual.
Autorizada a continuar los Juegos Olímpicos en espera de que el caso se decidiera sobre el fondo, Valieva dominó el programa corto en un clima pesado, antes de no poder soportar la presión en el programa libre, para terminar en cuarta posición, llorando.
La campeona de Europa de 2022 dio positivo a la trimetazidina: encontrada en una concentración ínfima en su organismo, una molécula prescrita para aliviar las anginas de pecho y prohibida por la AMA desde 2014, al favorecer la circulación sanguínea.
Desde el inicio del caso, su defensa habló de una posible “contaminación a través de los cubiertos” compartidos por la adolescente rusa y su abuelo, que la conducía a los entrenamientos cada día y que es tratado con trimetazidina, tras un trasplante de corazón.