La Finma, organismo regulador y supervisor del mercado financiero de Suiza, ha abierto un expediente para determinar si la banca privada Mirabaud and Cie cumplió los protocolos y la debida diligencia en la apertura de la cuenta de Juan Carlos I en la que se depositaron los 100 millones de dólares (65 millones de euros) que recibió el rey emérito, en agosto del 2008, del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí.
La Finma es la institución equivalente en España a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un portavoz de este organismo en Ginebra señaló que esta autoridad financiera no hace comentarios sobre “potenciales clientes de bancos suizos o potenciales investigaciones contra bancos”.
Más información
El fiscal suizo Yves Bertossa indaga desde 2018 acerca de los movimientos de esta cuenta y mantiene como investigados (prévenues) por un presunto blanqueo agravado de capitales al banco Mirabaud and Cie, como entidad jurídica, al gestor externo de la cuenta Arturo Fasana, al director de la fundación panameña Lucum, Dante Canonica, bajo cuya estructura se colocó el dinero, y a Corinna Larsen, la examiga de Juan Carlos I.
En 2012, el exjefe del Estado ordenó que se “donaran” los 65 millones a esta última y se transfirieran a una cuenta de la consultora alemana en el banco Gonet and Cie en Nassau (Bahamas). La mayoría del dinero se depositó más tarde en el banco Fieldpoint Private Bank de EE UU .
Más información
El fiscal jefe del Cantón de Suiza ha tomado varias veces declaración a los principales directivos y asociados del banco, la última hace varios días, para conocer si se respetó la normativa que rige en ese país para prevenir el blanqueo de capitales y la apertura de cuentas por parte de personas políticamente expuestas (PEP, en sus siglas en francés).
De sus declaraciones, que adelantó este diario, se desprende que ni el departamento de cumplimiento de la entidad, que examina la apertura de cuentas de los PEP y vela por la reputación de la entidad, ni el departamento jurídico conocían oficialmente que Juan Carlos I era su cliente.
Solamente seis de los miembros del denominado Consejo de Asociados de la entidad suiza sabían que el beneficiario de la fundación panameña era el entonces jefe del Estado español y, en segundo lugar, su hijo Felipe VI. La Casa Real ha asegurado que este último desconocía la existencia de esta cuenta.
El formulario de la fundación panameña Lucum se conservaba en una caja fuerte, en el archivo central del banco, a la que solo tienen acceso los seis asociados. La banca privada Mirabaud & Cie, fue fundada en 1819 y cuenta con oficinas en España.