Tras el parón de hace un año por la llegada del Covid-19, el resurgir de la demanda de vivienda ha redoblado la apuesta de la banca por las hipotecas, avivando la batalla comercial que se libra desde hace tiempo. Las entidades financieras quieren recuperar el mercado perdido durante el confinamiento y las restricciones y están dispuestas a mejorar todavía más sus ofertas para captar –y también robar– clientes hipotecarios. El resultado está siendo el lanzamiento de agresivas campañas, más rebajas de intereses y condiciones mejoradas para asumir los préstamos de otros bancos, lo que se conoce como subrogación, que además garantiza una cartera de deudores con perfiles solventes.
La recuperación de la economía tras lo peor de la pandemia está poco a poco propiciando la compra de viviendas y sacando del bache al segmento hipotecario. Tras sufrir el pasado enero una caída histórica de más del 31%, la actividad parece reactivarse y las nuevas operaciones se dispararon un 35% en mayo, de acuerdo con los datos de Estadística. Según el presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Santos González, aunque todavía es pronto para ver si se consolida esta tendencia, “parece que el estancamiento del mercado se ha ido diluyendo y da la sensación de que la demanda embalsada, que siempre se produce en situaciones de crisis y que ha estado expectante, ve la luz al final del túnel y se está animando”.
Al despertar de la demanda están contribuyendo en buena medida las atractivas propuestas de la banca, sobre todo en lo que a precios se refiere. La fuerte competencia en el sector ha llevado los intereses a niveles mínimos nunca vistos, especialmente en los tipos fijos, que de media rondan el 2,75% cuando antes de 2020 nunca habían bajado del 3%, según el INE. Con el euríbor rondando mínimos, que perjudica los ingresos de la banca por el lado de los préstamos variables, el sector se ha centrado en incentivar la contratación de tipos fijos, con los que aumenta sus márgenes. Y es aquí donde verdaderamente se está librando la guerra hipotecaria.
“A la banca le sale más a cuenta que los clientes se decanten por un tipo de interés fijo. Las entidades han multiplicado sus anzuelos para atraer clientes, pero el principal gancho es el recorte de los tipos fijos. De este modo, puede hablarse nuevamente de una guerra de precios dentro del sector”, aseguran desde el comparador financiero HelpMyCash. Y parece que la estrategia está dando sus frutos, pues los tipos fijos cobran cada vez más fuerza frente a los variables y ya representan el 56,2% de las nuevas contrataciones, un porcentaje récord.
Mariola Soriano, research analyst en Instituto de Valoraciones, subraya además que “esta modalidad de préstamo genera una mayor estabilidad en el largo plazo, un factor muy deseable por ambas partes en época de incertidumbre económica”.