La cápsula Orion de la NASA ha regresado ala tierra este domingo después de un vuelo de 25 días. La nave no tripulada de la misión Artemis I ha amerizado en el océano Pacífico sobre las 18.40 hora peninsular española. Ese será el momento más crítico desde el despegue del cohete que la propulsó, el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), el más potente del mundo, el pasado 16 de noviembre. En el reingreso a la atmósfera terrestre, ha probado una maniobra que nunca ha sido utilizada por una nave espacial de pasajeros.
Durante el reingreso, la cápsula, en la que en un futuro viajarán los astronautas, ha reducido su velocidad de 40.000 kilómetros por hora cuando ha tocado la parte superior de la atmósfera, a solo 32 kilómetros por hora cuando ha caído al Pacífico. El frenado ha sido tan brutal que el escudo térmico de Orion ha soportado temperaturas de alrededor de 2.800 °C, más caliente que lo que se necesita para fabricar el acero.
Orión sobrevoló la Luna a unos 130 kilómetros de su superficie seis días después del despegue. El 25 de noviembre, encendió sus motores para entrar en una órbita lunar de gran altitud, lo que estableció un récord de distancia (432.210 kilómetros) para una cápsula diseñada para transportar humanos. Después, voló nuevamente cerca de la Luna y comenzó su camino de regreso a la Tierra. En total, ha recorrido más de 2,2 millones de kilómetros.