El fiscal de Menores de Ceuta ha iniciado una investigación sobre las devoluciones en caliente de menores de edad a Marruecos que se produjeron por parte de las autoridades españolas durante la crisis fronteriza la pasada semana. Según ha confirmado el fiscal del área, José Luis Puerta, el procedimiento se centra, de momento, en el caso de Aschraf, cuya historia publicada revela que el adolescente, de 16 años, fue devuelto a Marruecos en al menos dos ocasiones la pasada semana, cuando entre 8.000 y 9.000 personas accedieron a la ciudad autónoma. Un video captado por el periodista Jon Nazca para Reuters mostraba a Aschraf, atado a un flotador de botellas intentando alcanzar aterrado la orilla de la playa de El Tarajal y gritando a los militares desplegados: “¡Tenéis que entendernos; no quiero volver!”. Después, el vídeo muestra a los militares escoltando a Aschraf y a otro menor hasta el vallado marroquí, donde son entregados a las fuerzas fronterizas.
La investigación del fiscal parte de una denuncia formulada el pasado 21 de mayo por la organización Coordinadora de Barrios. En el escrito, la entidad alega la vulneración de derechos del niño cuando se procedió a un “rechazo en frontera” sin haberse prestado la necesaria atención a la posible situación de vulnerabilidad de la persona devuelta, en este caso, un menor de edad.
El Tribunal Constitucional avaló en noviembre las devoluciones en caliente como rechazos en frontera, pero también marcó límites a esta forma de expulsión de migrantes que atraviesan los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla. Solo pueden realizarse durante el proceso de entrada, no pueden aplicarse a un menor y debe valorarse la posible existencia de malos tratos o torturas, en cumplimiento de las obligaciones internacionales.
“No hay más meridiana alegación de malos tratos que un niño llorando, aterrado, pidiendo comprensión”, recoge la denuncia. Ante ello, prosigue, “debería operar de modo automático el principio de no devolución”.
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