La Secretaría de Estado de Migraciones dictó este martes instrucciones para aplicar una sentencia del Tribunal Supremo que abre la puerta a que miles de extranjeros, sobre todo demandantes de asilo a quienes se les ha denegado su solicitud tras dos años en España, puedan regularizar su situación a través del arraigo laboral. Esta era hasta ahora una figura muy restrictiva, pero después de la sentencia da la opción de obtener los papeles más fácilmente a miles de inmigrantes que demuestren que han trabajado al menos seis meses.
La sentencia del Supremo llegó el pasado marzo y fue ratificada después por otras dos resoluciones. La justicia considera que el extranjero puede demostrar su actividad laboral con cualquier otra prueba y abre el arraigo laboral a un universo de personas mucho mayor que puedan probar que han mantenido relaciones laborales regulares.
Hasta ahora, quienes se beneficiaban del arraigo laboral eran inmigrantes en situación irregular que, después de dos años en España, probaban una relación laboral clandestina de al menos medio año. La fórmula estaba pensada para hacer aflorar el trabajo irregular, y la única manera de que el extranjero probase esa relación laboral era obteniendo una resolución judicial o con un acta de infracción de la inspección de trabajo. Esta vía de regularización, con la que se obtiene un permiso de residencia y trabajo de un año, era muy limitada, pues exigía una inspección previa o que el inmigrante denunciara a sus empleadores.