Perder la memoria es la forma más común, y también más cruel, de demencia. Cuando la larga aventura del cerebro llega a su fin, y el cuerpo sigue viviendo. La enfermedad supera los límites de la medicina y el alzhéimer se convierte en una enfermedad social.
Son muchos los casos célebres de alzhéimer, pero aquí vamos a establecer la posible relación entre dicha enfermedad y la literatura, llegando hasta Los viajes de Gulliver, novela de Jonathan Swift, donde en una de sus peripecias geográficas el protagonista llega hasta la isla Glubbdubdrib, un territorio de difícil pronunciación en el que habitan los Struldbrughs, seres inmortales condenados al deterioro mental, pues no solo se olvidan del nombre de las cosas, sino también del de las personas, además de no entusiasmarse con lo que leen, que también olvidan una vez leído.
Hasta ahora, los únicos remedios han sido lo más parecido a melodías aleatorias de pocas notas