Parte de la memoria de la Guerra Civil española y el anarquismo se conserva en los Países Bajos. En concreto en el International Institute of Social History (IISH). De la capital neerlandesa, fundado en 1935, y que atesora el archivo histórico de la CNT-FAI.
Las conocidas como 47 cajas de Ámsterdam junto con una extensa colección sobre el activismo obrero y los movimientos sociales. Sacado de España para evitar que Franco lo reclamara durante la contienda o en años posteriores.
Entre los más de 20 kilómetros de estantes del instituto figura la orden de viajar a Madrid dada por el propio sindicato en 1936 al líder anarquista Buenaventura Durruti. Allí caería después en extrañas circunstancias. El IISH guarda también los archivos de la resistencia antifranquista y de la editorial Ruedo Ibérico, los de sindicalistas y feministas libertarias, cartas originales del escritor Pío Baroja, así como miles de imágenes de la contienda que se creían perdidas. Entre estas, las captadas por las fotógrafas Margaret Michaelis y Kati Horna, cuya atribución fue posible gracias a la labor de la historiadora española Almudena Rubio. Es el legado de una situación extrema puesto a disposición de los investigadores.