La popular columna de la Ciudad de México, el Angel de la Independencia, es un monumento histórico importante que atrae a turistas y ciudadanos todos los días. La estatua, ubicada en Paseo de la Reforma, representa la victoria de México sobre el Imperio Español. Sin embargo, no todos saben que la estatua que se encuentra en la actualidad no es la pieza original.
La historia detrás de la nueva estatua comienza en 1957, cuando un terremoto afectó la Ciudad de México. La estatua original del Angel de la Independencia se desplomó en la calle, lo que causó gran consternación en la población local. A raíz del desmoronamiento, diversas empresas mexicanas se unieron para construir una nueva estatua que reemplazara a la antigua.
El proceso de construcción de la nueva estatua fue muy meticuloso y duró muchos años. El objetivo era crear una estatua que fuera idéntica a la primera en todos los sentidos posibles. Lo primero fue encontrar materiales de la misma calidad que los utilizados en la primera estatua. Los constructores recurrieron a una cantera local para obtener el mármol necesario para reproducir la estatua.
Después de la elaboración de los planos y diseños, la nueva estatua finalmente fue instalada en 1960. Desde entonces se ha convertido en un símbolo de la Ciudad de México y un testimonio de la capacidad de los mexicanos para recuperarse de situaciones difíciles.
Rodeada por una decoración única y flores de los transeúntes, la estatua del Angel de la Independencia es una atracción popular y una pieza valiosa de la historia mexicana. A pesar de que la original haya desaparecido, la nueva estatua no deja de ser un emblema de la voluntad y destrezas de los mexicanos para construir algo digno y hermoso.
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