La ciudad canadiense de Fort Frances (provincia de Ontario) y la estadounidense de International Falls (Estado de Minnesota) están separadas por una frontera natural: el río Rainy. Un puente une a estas comunidades desde principios del siglo XX. Esta obra de ingeniería, de 287 metros de extensión, permite cada año el cruce de cerca de un millón de automóviles. Desde hace algunas semanas, la mitad del puente está en venta. Autoridades municipales y residentes de la zona se inquietan por los impactos de esta posible transacción.
Construido en 1908, el puente internacional Fort Frances–International Falls (su nombre oficial) pertenece en partes iguales a la empresa canadiense Resolute Forest Products y a la estadounidense Boise, ambas productoras de papel. Cuenta con dos carriles de tráfico, una vía férrea y una tubería. Durante décadas, estos sistemas permitieron que dos plantas cercanas –ubicadas en cada país- pudieran trabajar a la vez. En 2014, la firma canadiense cerró su fábrica en Fort Frances. A finales de abril, el concejo municipal de esta ciudad fue informado por representantes de Resolute Forest Products que la compañía puso en venta su 50% del puente, en razón de que ya no lo considera un activo neurálgico.
June Caul, alcaldesa de Fort Frances, señaló que al menos dos empresas están interesadas en comprar la parte canadiense del puente. Caul se puso en contacto con Harley Droba, alcalde de International Falls; los dos coincidieron en sus preocupaciones sobre el futuro de este enlace terrenal. Droba declaró a The International Falls Journal que lo más importante es saber “qué significará eso para el tránsito y para los peajes”. El precio del cruce ida y vuelta para un vehículo es actualmente de siete dólares estadounidenses, pero podría aumentar.
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La Cámara comercial de Fort Frances además ha reaccionado frente a la incertidumbre por la posible venta de la mitad del puente. “Es un sitio de paso primordial para el comercio, las mercancías y la economía turística de la región”, manifestó su directora común, Heather Johnston, a la cadena CBC. “Somos una comunidad en la frontera. Muchos residentes de nuestra ciudad y de International Falls están casados con canadienses y estadounidenses; tenemos familias en ambos lados”, agregó.
Los alcaldes Caul y Droba están abriendo canales de diálogo con Ontario y Minnesota; el objetivo es explorar una posible adquisición del puente por parte de estos Gobiernos. No es la primera vez que dichos acercamientos se llevan a cabo. En 2006, Fort Frances e International Falls presentaron sin éxito una propuesta parecida frente a las mismas instancias gubernamentales. En esas fechas, algunos expertos habían valorado que podrían pagarse entre 8 y 12 millones de dólares estadounidenses por la totalidad del puente. Se desconoce qué cantidad está pidiendo Resolute Forest Products por la mitad de esta vía de comunicación. Los habitantes de Fort Frances e International Falls esperan con impaciencia el desenlace de esta historia. A raíz de la pandemia, los puntos fronterizos entre Canadá y Estados Unidos están abiertos desde marzo de 2020 únicamente para actividades esenciales. Continuarán operando de la misma forma, al menos, hasta septiembre.
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